Conforme han ido pasando los días mi preocupación iba desapareciendo al ver que de los 48 que eramos en el autocar, podría contar con los dedos de una mano a los "empollaviajes", aunque a medida que he ido colgando alguna de las más de 300 fotos, me he dado cuenta que me falta mucha información, aunque siempre quedará París... digo, el Google.
Los dos primeros días estaba contento a nivel orejil.
La radio-guía más la lectura labial del guía funcionó perfecto en el Louvre.
En Brujas a la que no veía a la guía, me perdía. Y cuando explicaban algo en el autocar me perdía bastante, aunque pillaba lo importante.
La pena es que algunas veces se olvidaba conectarme la emisora. Digo conectarme porque al resto les hablaba por un micro y los altavoces del autocar. Pero la mayoría de veces funcionó.
Mientras el grupo crecía iba disminuyendo mi orejo. El fainjerin hizo aguas, y al final decidí que cuando todos rieran, reía yo también.
Y alguno se reía de verme a mí.
Por lo demás muy buen rollito.
Lucía, que no iba muy convencida, se lo pasó mejor que yo, y yo disfruté viéndola contenta.
Si tuviera que repetir la experiencia, la repetiría, a ser posible con el mismo grupo, sino, seguro que vendrá otro.
Eso sí, la próxima, visto lo visto y oído lo poco oído, me la prepararé mejor.

PS: Este finde tenemos "keda". Entre emepesieteros aunque seamos multitud, la comunicación funciona. Llámalo Fainjerin, llámalo buena predisposición. Pero las horas se nos pasan hablando.