Día 714. Que brote ...

Empiezo la semana de transición entre cenas navideñas, hoy más relajado auditivamente.

Ahora toca transformar el esfuerzo orejil de los últimos grupales en experiencia, la frustración en esperanza, y los canelones en ... dejémoslo.

Los primeros días del nuevo mp7 han sido durillos. Por mucho que he predicado (amigo del "sujeto") con el ejemplo y que sabía que me iba a pasar, he caído como muchos en el bache inicial, ese en el que buscas una palanca para hacer fuerza y salir.

Como ellos, me esperaba otra cosa, no voy a ser hipócrita en ocultarlo.

Es como si hubiera plantado una semillita en una maceta y cada día buscara un brote, un indicio de que la planta quiere salir, una hojita de ilusión.

Hoy al mirar la maceta con más calma he encontrado lo que buscaba, y el jaleo de estos días no me dejaba: un pequeño brote.

Noto cambios, muy sutiles, por eso pasaban desapercibidos.

Los ruiditos tienen más definición, suenan diferentes.

Vuelvo a entender algo la tele, en series españolas, entiendo frases enteras de algunos personajes, y con el presentador del telediario, casi no necesito subtitulos.

Tanto con la música, como con los ruiditos, como con las voces es curioso que, aunque sean más limpios, me cuesta más identificarlos, no los reconozco.

La música me gusta más, pero no soy capaz de adivinar lo que suena, y antes sí.

Pero lo considero como cuando una herida pica: Si pica es que se está curando.

Tengo fe en este nuevo brote, y lo regaré cada día hasta que salgan las flores.

Sufriré por el camino y tendré que tirar muchas hojas que se marchiten.

Pero habrán más brotes, seguro.

Como dicen en los campos de futbol:

Que brote, que brote, xxxxx, el que no brote !!!
(sustituya xxxxx por el palabro ofensivo que desee, yo lo dejo en mi favorito: kab...)