Día 529. La niña bonita

El plan de San Juan era calcao al del año pasao (que bien rimo, jdr!): cena en terracita con familia, petardeos de mis sobrinos y chafardeo por verbena de barrio.

Lo cambió todo que no apareciera ninguno de mis sobris. Uno se fue a una fiestiki (ya tiene casi 20 años), el otro a tirar petardos a la torre de un amigo (que kab... y yo qué?). Así que nos quedamos los viejunos solicos (que manía tienen los peques de crecer, opj!).

Aprovechando la situación y en vista de que había poco ambiente, nos dijimos ¿hacemos un bingo?

Las veces que he ido al bingo las puedo contar con los dedos (los de las manos). Las veces que me ha tocado algo, con los oídos (cero patatero).

Disponíamos de un bote comunitario del premio de la lotería navideña. No daba pa mucho rato en el bingo, pero no se trataba de acabar la noche entre la niña bonita, los dos patitos y el abuelo.

Por el camino pensaba: tiene cjns ir de verbena al bingo, como los viejunos. Mi sorpresa fue al llegar al bingo ("Los billares", uno de los más grandes de BCN) y contemplar que había humanoides de todas las especies, y bastante jovencico (supongo que como nosotros, haciendo tiempo hasta la verbena).

Aunque algo bastante caro, el bingo es un buen sitio para rehabilitar el mp7. Tengo que decir que si no llego a tener una pantallita de tele en la mesa, mese hubieran escapao bastantes números. De hecho repasaba los cartones después de cada "cante" y taché algún número a posteriori, sin efecto sobre el resultado final, por eso.

De vez en cuando, para aguantar el dinero del bote unos turnos más, alguno de nosotros no pedía cartón. Dinos catalanes.

El que no lo hacía ayudaba a la Manuela, que le costaba seguir los números.

En uno de mis "descansos" tocó el cartón "especial", ese en el que conectan varias salas a la vez (en Catalunya se llama superToc).

Le pregunto a mi cuñada si en ese había línea. Me dice que no sabe.

Mientras ayudaba a mi suegra, me dí cuenta que se había saltado un número y que mientras lo ponía, en medio de la confusión, teníamos en pantalla el 53, el cual le daba línea, que no sabía si había o no.

Yo por si acaso la canté. Seguramente hice el ridi, pero me daba igual, antes muerto que sencillo. Luego me informaron que parece que "grite un poco". Posvale.

Por ser el día de Sant Joan, aparte de invitarnos a cava y coca (de pastelería, no de Maradona) al salir nos dieron a cada uno un regalito (de los chinos, pero bueno).

A ellas, un cacharrero de cocina (machista, pero mi suegra, encantá de la vida).

A nosotros una radio (pa oir el mundial supongo, por seguir la linea sexista del cacharrero).

Le digo a la chica: y cómo la oigo?

Me abre la caja y me señala el auricular.

Lucía le aclara que soy sordo (chivata), ante el cortazo de la chica, que se quedó de piedra, pobre. Me quería dar otros cacharricos de cocina (ya llevaba unos Lucía, no muy contenta por ello). Le digo que era broma, que tranquila, que alguien la aprovechará.

Al salir comentaron que "vaya mierrrrr" lo del bingo.

A mí me había gustao, la primera vez que canto una línea en mi puta vida.

"Sí, pero sin ver un duro", apostillaron al unísono.

"Bueno, eso es un detalle sin importancia", aclaré sin convencer.

De vuelta a las fiestas del barrio, la misma calle, la misma "orquesta" de dos del año pasado (no hice fotos pero puedes ver el post 163), la misma poca gente, y los mismos ebrios.

Nos pasamos un rato entretenidos con un trío (dos y una) que llevaban unos cuantos cubatas por dentro y por fuera y que parecían sacados de la canción de Serrat, de la estrofa "juntos los encuentra el sol a la sombra de un farol, empapados en alcohol, magreando una muchacha".

Y dirás: pobre muchacha, ¿no?
Y diré: peraaaaaaaaaa, ¿cuantos años hace de la canción de Serrat?

41. Pos eso, haz cuentas.

Y luego imagínate a la "muchacha" imitando a Shakira.