Día 530. Puesta a punto

Soy un desastre, lo reconozco.

He descuidado todos los coches que he tenido. Siempre he sido de la teoría de que el coche está para servir a uno, no uno para servir al coche.

Por eso tomé la decisión de, al menos, pasar las revisiones anuales en los últimos que he tenido.

Hoy le tocaba al Meganico, y ya me iba bien, para que estuviera "en forma" en el camino a Deltebre del próximo finde.

Una de las pruebas de mi descuido ha sido que, de camino a la Renault, me ha saltado el aviso de cambio de aceite, como si se quejara de que ya no podía más. Una extraña sincronización que no es la primera vez que me pasa, como si el coche oyera más que yo.

El plan era llevarlo a primera hora, y recogerlo una hora más tarde, tiempo de, en cómodas chanclas y bermudas, desayunar tranquilamente en una terracita, para lo cual me he llevado de provisiones El Jueves y 100 hojas de Millenium 2 (las llevo encuadernadas de 100 en 100 para agilizar).

Me habían citado por email a las 9:30. He llegado a las 9:15 y ya se habían colado dos delante.
- Si hubieras llegado a las 9...
Por una confusión, de la que (por raro que parezca) no tengo ninguna culpa, debería haber estado antes. Se sienteeeee.

He esperado al bus para irme a casa durante 20 minutos. El horario del transporte público en sábados y festivos es como una mierrrrr.

Como no venía, me he dicho: vete a almorzar tranquilo (como para dos horas) y yastá.

A las 12, leídas las páginas que me quedaban de Millenium, las de El Jueves, los emails que me habían llegado, las letras de la servilleta de papel y las del azucarillo, he vuelto a la Renault, donde, para sorpresa, no habían empezado a mirarlo y tardaría aprox. una horita y poco en tenerlo listo, todavía.

Mierrrrr

He cogido el metro y me he ido a casa a hacer tiempo, comprobando:
- Que las chanclas no son apropiadas para correr por las escaleras del metro
- Que las bermudas en los vagones con aire acondicionado a tope, te dejan los pelillos de las patas más tiesos que... (rellenar a voluntad)
- Que el horario del transporte público en sábados y festivos es como una mierrrrr (II).

Tras media hora en casa me ha llamado el de la Renault, que ya estaba.
Jdr ! si lo llego a saber me tomo una cerveza y no sufro el horario del transporte público en sábados y festivos, que es como una mierrrrr (III).

Para compensarlo, me han hecho un notable descuento en la factura y me ha regalado el libro "los caminos de Santiago en coche".

Una putada, porque este año no me va bien ir a ver a "Santi".

En fin, una mañana perdida, en tiempo y dinero, que he equilibrado con una tarde de playiki, en la que, por cierto, en la fecha que estamos, todavía no he tenido cjns de pasar de la orilla.

Que frrrrrrrrrrrría, diossss.