Entramos en la recta final de este año de mierda de sobresaltos con los telediarios escupiendo noticias de la vacuna, pintando color esperanza lo que nos viene después de las fiestas navideñas.
Ha sido un 2020 gris, y desgraciadamente negro para muchos. Lo recordaremos con nuestros nietos como el año de la mascarilla, del "resistiré" y del hidrogel. O el de los problemas laborales, el del veto a la sociabilidad o el de tristes pérdidas familiares.
La tecnología nos ha salvado de una incomunicación total, y nos ha permitido teletrabajar y hablar por el "Zoom" de turno sin mascarillas por medio.
Ha sido un año de mucho "¿qué?" de los normoyentes, con dificultades para entenderse en presencia por la mascarilla o en videoconferencia por fallos de calidad técnica. ¿A que jode?
Tampoco ha sido un buen año para el entendimiento de los implantados. Esa ayuda que nos da la lectura labial se nos ha sido tapiada con un trozo de tela y hemos sido más sordos que nunca.
Y dirás "que sí Pepe, pero deja la retórica y vamos al grano, que yo he entrado aquí por el título del post".
Y diré, recordando los viejos tiempos del blog: "peraaaaaaa".
Solo estaba haciendo prolegómenos, como en un buen polvo acontecimiento. Y este lo es.
Iba a cerrar mi primer año sordaca sin escribir un post, por falta de inspiración, de ganas y de novedades.
El covid también se ha llevado este año mucho avance en otras investigaciones, la actividad en el mundo ha ido a trompicones, como una locomotora que ahora se para de golpe, ahora arranca despacio.
Pero una buena noticia me ha motivado a bocachanclarlo por aquí. Buena noticia no, lo siguiente: Neuralink estará listo en 2021.
¿Y qué es eso? Neuralink es un proyecto del magnate Elon Musk (el de los coches eléctricos Tesla), que fue presentado en agosto pasado. La idea es mejorar el cerebro humano con un chip implantado por un robot en la corteza superior del cráneo.
Entre esas mejoras estarán la cura de enfermedades mentales, del parkinson, de la ceguera o la sordera.
Aunque parezca ciencia-ficción ya es una realidad, pero seguramente tardaremos años en ver todo el potencial de esa tecnología.
Pero no te quedes solo con eso, lo realmente importante es que entramos en una nueva era de "neuroingeniería de consumo". Si te venden que con ese chip vas a escuchar música con calidad espacial, como si estuvieras en medio de un concierto, y sin necesidad de usar auriculares, lo compras. Si lo compras, invierten en I+D de nuevos modelos con más prestaciones, algo que no pasa con nuestros implantes cocleares. Poca cosa ha cambiado en los 11 años que hace que lo llevo.
En el caso de Neuralink, si sirve para un normoyente, sirve para nosotros. Y con micrófonos externos, fin de la sordera. Magia potagia. Gracias, Elon.
Y dirás, con el "optimismo que te caracteriza": "uf, eso no lo veremos"
Y diré: perdona, pero has de confiar en quien ya lo predijo en 2012, aunque lo llamé Biotis (ver post) y, sorprendentemente, lo clavé (y escribo esto con una ceja levantada, tó chulo).
No amiguetes, esta vez no se trata de ser iluso.
Se trata de tener ilusión.
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Más información sobre Neuralink:
https://www.expansion.com/economia-digital/innovacion/2020/11/02/5f9c4be6468aeb2e758b4673.html
https://www.socialfuturo.com/actualidad-tecnologica/inteligencia-artificial-conectada-al-cerebro-neuralink/
https://www.xataka.com/medicina-y-salud/neuralink-que-hay-nuevo-cuanto-cierto-cuanto-humo-apuesta-elon-musk-implantes-cerebrales-despeja-x-106