Día 1200. Pep es Mou.

No tienen nada que ver el uno con el otro. Son dos modelos de negocio totalmente diferentes.

Porque el fútbol, al fin y al cabo, es un negocio.

Y dirás: ¿Entonces, ese título?

Bueno, es un doble sentido. "Pep es mou", en castellano es "Pep se mueve". Y es lo que ha decidido, cambiar de aires.

Lo hace antes de desgastarse, se va en un gran momento del club, a pesar de los últimos fracasos. Se va señalando el camino a seguir.

Un camino que nada tiene que ver con el club rival.

Su modelo parece inspirarse en una especie de filosofía oriental, basada en el trabajo, el sacrificio, la humildad y el respeto por el adversario. Hay otras formas de hacerlo, que, como demuestran los hechos, también son válidas. Pero Pep eligió esta y como modelo a seguir en la vida, para mí, es admirable.

Sé qué es el sacrificio, conozco la humildad, practico el respeto y no me importa trabajar, sobre todo con gente agradecida.

Por eso sigo aquí.

Pero bien dice mi tocayo que el tiempo desgasta y es mejor irse antes de que todo degenere.

Y razón tiene. De nuevo. Y me lo pienso.

1200 post son muchos post. Muchas historias reales que vienen y van. Muchas ilusiones. Y algunas decepciones, que, por desgracia, siempre afectan más que las alegrías.

Hoy, cuando estreno cifra de años nuevos, Pep me ha hecho pensar.

Llevo 47 años y cero días en Barcelona.

Media vida en Santa Coloma.

Casi un cuarto de vida en la agencia.

Y 1200 días aquí.

Quizá tendría que pensar en cambiar algo.

¿ Por dónde empiezo ?

Yo es que, para eso, sí soy perezoso.