Tal día como hoy de hace dos años acudí con Lucía a la cita en Can Ruti con el equipo de MED-EL para mi primera programación.
Recuerdo que al llegar Marta, mi programadora, no encontramos sala para colocar su instrumentación y acabamos en una fría aula universitaria del hospital.
Llevaba una curantena con la duda de si volvería a oír.
Esa mañana no estaba nervioso. Intrigado, sí.
Cuando Marta me conecto y me dijo que oiría un pitido (algo que no tenía claro ni ella) yo estaba tan concentrado que no me dí cuenta de que Lucía estaba secándose las lágrimas.
Tengo una mujer dura, pero no de piedra. La he visto llorar muy pocas veces, sólo en situaciones extremas y aquella lo era. Si salía mal, nos esperaba un futuro durillo.
Aquel "oye el pitido" de Marta debió abrirle la puerta de la esperanza que llevaba semanas tapada, dejando pasar un caudal de ilusión.
Mientras, yo seguía concentrado en los pitidos y las instrucciones de la paciente Marta, a la que apenas conseguía entender.
Cuando acabó, tal como conté el los primeros post y tal como han contado muchos otros cocleados, me sentí decepcionado.
Aquel día le había dicho a mi hermana que la llamaría al salir de la programación, dime iluso.
Estas primeras programaciones son las de la emoción, la de las lágrimas y las sonrisas, la del conformismo y la fe.
Luego vendrán otras, muchas en mi caso.
Pero ninguna como esa primera, porque las primeras veces, no se olvidan.
Muchisimas gracias a tod@s los que habéis dejado vuestro testimonio.
Voy a trabajar en darle forma a esos dos libros, uno por año.
Por cierto, si dentro de un año, seguimos aquí, este será el primer post del tercer libro.
La semana que viene vuelvo a ver a Marta para mi segunda programación. Segunda DC, kicir.
Primera repro de mi nueva era, verdadera.
Pin, pon, fuera.
viernes, 14 de enero de 2011
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Buenas noches a todos !!!
ResponderEliminarLa primera programación creo que es distinta para cada cocleado. Por lo menos en mi caso si que pude "entender" frases que me hablaba la programadora, desde el primer momento, aunque las voces eran como las de los sobrinitos del Pato Donald. Mi marido también tenia un paquete de kleenex delante, pero yo me quedé tan pancha, ni una lágrima, será porque esperaba que todo iria a las mil maravillas, no me preguntéis porqué. Luego con el tiempo los progresos no han sido tan fantásticos, ni maravillosos y he aprendido a convivir con lo que tengo.
Estaré unos días que apenas apareceré por aqui porque mañana llega mi hija de UK y toda la semana vamos aprovechar para pasar la mayor parte del tiempo con ella. Un abrazo a todos. Ahhh´... aunque con retraso enhorabuena por los 2 años de blog y que se cumplan muuuuuuchos máaaaaas !!!!!
Ja, no es fácil olvidar la primera conexión. Aún recuerdo la mía, cuando Ana, la programadora, me dijo, (leyéndole los labios,claro): "Ahora oirás un pitido".
ResponderEliminarY no sé si por la emoción del momento o porque el volumen estaba a tope, que el pitido me sonó como si la sirena de un barco petrolero estuviera a mi lado. Di un salto que me levanté un palmo de la silla. Y Ana dijo (leyéndole los labios, repito): "Vaya, si que oye".
Y respondí: "Si esto va a ser así, voy apañao"
El segundo pitido me sonó a gloria.
Bueno, ahora digo HALA. Me voy a celebrar los dos añitos blogueros.
¡A vuestra salud!
Chao
Yo también recuerdo un poco de decepción del primer día. Cuando empecé a oír, un sinfín de exclamaciones vinieron a mi cabeza : "¡quiero oír, pero no de esta manera!", " ¿quién me habla?", "¡esta no es la voz de mi marido!" (la recordaba perfectamente), "¿cómo voy a soportar estos ruidos?"..... Y viendo la cara de mi marido, emocionado, esperando mi aprobación... y yo sin poder responder a las expectativas...¡uf, qué complicado, qué miedo!.. Los ruidos de Barcelona por la calle, el tráfico, ¡qué horror!, las voces robotizadas...
ResponderEliminarY chantatachaaaaaán.... en pocos meses...¡magia! Todo vuelve a sonar como antes, aunque no siempre entienda todo, claro, pero las limitaciones ya las conocemos.
Y después de 13 años volví a pasar "una primera vez" al cambiar el procesador. Y de nuevo las voces gangosas, distintas, desagradables. Esta vez me sentó peor, porque no pensé nunca que volvería "hacia atrás". Bueno, pues en tres meses, perfecto, todo se aclara y vuelve a sonar bien.¡Es increíble la capacidad de adaptación! ¡Una maravilla!
Lo cuento por si alguien pasa por una situación similar, que no se desanime.
Yo acabo de pasar la primera vez el mes pasado, antier la segunda.
ResponderEliminarSerá que somos bien chillones en casa todos, con la familia tan pequeña fue un mar de lágrimas ese día. Pero fueron lágrimas de alegria, de felicidad.
Curiosamente con la 1a. ya me estaba acostumbrando y 'toma chango tu banana' que la segunda ha cambiado y como resetear, vuelta a empezar, jooo.
No sé, tengo que esforzarme mucho para recordar la primera programación. Como no esperaba ningún milagro y creo que tenía los pies muy bien afianzados en el suelo, l,os pitidos... ni fú ni fá. Seguro que pensaron al ver mi cara de póker: "Vaya capullo". Y seguramente lo siguen pensando. Y con el 2º sólo me faltó decir: "¿Ya está? ¿Me puedo ir ya?" :-)))))))
ResponderEliminarDespués, con el transcurso de las horas y los primeros días vino un gran subidón, sin duda. De lo más emocionante. Pero la conexión... pues no, la verdad.
Hola Pepe, estuve sin internet durante todos estos días. Finalmente la telecom se apiadó de mi y me reconectó :)
ResponderEliminarMi primera programación fue muy emocionante sin duda. Yo no tenía ninguna expectativa así que no me desilusioné. Escuché sonidos muy extraños e incomprensibles pero pude distinguir las palabras de la fonoaudióloga hablando. En ese momento lloré mucho. Todo era muy confuso y no sabía si estaba escuchando o no.
Felicitaciones por tu nueva programación. Te tiraste a la pileta por segunda vez. Eres muy valiente realmente.
Mañana prometo escribir mi testimonio sobre este blog que me ayudó mucho y sé que está siempre cerca cuando lo necesito. Los quiero mucho. Besos a todos y para tí Pepe petóns :*****
Buenos días.
ResponderEliminarLa conexión, que recuerdos me vienen a la memoria, después de 32 días de absoluto silencio, palpando de vez en cuando la cicatriz, y mirándome continuamente al espejo; llego ese gran día.
Recuerdo que me acompaño Virginia, pues mi mujer ese día no podía ir.
Después de enseñarme el famoso maletín con todos los accesorios, me colocan el Flamante NUCLEUS-5 en mi oreja, y que le vaya diciendo cuando oigo pitidos, un desastre algunos los oía otros no, La foniatra venga a llamar por teléfono, en fin que había, eso dijo, un problema en el ordenador y que no podía activarlo, que volviera a los dos días.
En esta ocasión si me acompaño mi muyer, me reciben la foniatra que me había atendido la vez anterior, y otro foniatra; lo mismos problemas que la vez anterior, ahora decían que era problema con el software, cargan otra vez en programa y continua la cosa igual, comprenderéis mis nervios pensando que algo había ido mal en la intervención quirúrgica.
Despues de muchas llamadas de telefono me cambian el procesador por otro y GUALA oigo todos los pitidos segun de lo van señalando ellos, al final me escriben en un papel AHORA VAS A OÍR MUCHOS PITIDOS Y MUCHOS RUIDOS NO TE PREOCUPES ES NORMAL. Desconectan del ordenador y aquello parecía el plato de Sálvame donde no se entendía nada, solo pitidos por todos los lados, el Foniatra chasca los dedos y me dice oyes esto?.
A mi se me saltaron las lagrimas, le dije si; volvió otra vez y me pregunto lo mismo.
Si le dije y a usted también le oigo, el se extraño y dijo: que oigas los dedos es buena señal pero que me oigas a mi es fabuloso, no todos oyen las voces el primer día.
Ese día para mi fue fabuloso AL FIN VOLVÍA A OÍR
Bon dia
ResponderEliminarMi primera programación.
Creo que es tanta la ilusión que se tiene los nervios, la tensión de estar tantos días esperando, que cuando Marta te dice, mira vas a escuchar unos pitidos y me tienes que decir si te molestan, tu estas esperando a ver, a ver, y si, P.D., piiiiiiiii, este molesta, otra vez piiii ahora mejor y así cada vez mas nerviosa hasta que finaliza y te colocas por primera vez el MP7, Marta, que tal? uffffffff mucho ruido, Doctor Roca como me oyes? como un robot, se pusieron todos a reír.
A partir de hay todo fue coser y cantar
el día de la primea programación nunca se olvida, al igual que el primer beso, el primer...me callo.
ResponderEliminarRecuerdo lo nervioso que estaba.Era una mañana primaveral, un cuatro de mayo.Apenas pude dormir la noche anterior, pensando en lo peor, que el implante no me funcionase.Recuerdo prefectamente cuando llegué a la sala de programción.Me atiende una joven rubia, despampanante, con unas piernas larguísimas y simpatía a raudales... se me pasaron inmediatamente los nervios. Me hace sentar, me conecta el implanta a un ordenador, y el primer pitido casi me hace caer de la silla. ¡OÍA¡ Después oí una serie de pitidos distintos. Me estaba haciendo un barrido por todos los electrodos.
Recuerdo que al salir del Hospital, pregunté a Carol: ¿que es lo se oye ahora? Carol me respondió; Son los pajaritos, que estan piando.
¡nunca los había oído' era maravilloso, oía por fin mi primera primavera.
Era el primer día de mi nueva vida. La vida de un implantado coclear.