Día 706. Se armó el belén

No me gusta la solidaridad navideña, puesto que soy partidario de hacerla todo el año, y así hago cada mes, ayudando a dos ong's.

Ni me gusta reunir a la familia sólo una vez al año, o más bien una semana.

Tampoco comer marisco únicamente en estas fiestas.

No creo en el nacimiento de Jesús en Diciembre, ni en Reyes Magos, ni en angelitos.

Atún aún así, lo de montar el belén, sigue siendo una tradición.

No recuerdo cómo ni cuando llegaron a casa de mis padres aquellas figuritas de plástico, representando el nacimiento, que acabaron siendo una recopilación poco uniforme de distintos estilos y tamaños, donde los patos eran más grandes que los pastores y en el carro de bueyes cabían medio belén.

Nos daba igual.

Primero el papel en el fondo, con el cielo nocturno, las montañas de fondo, la luna y las estrellas. Luego un poco de musgo artificial, que parecían los restos del jersey que hacía la abuela. Luego las luces y los troncos de corcho. El río con papel de plata, un poco de nieve y las figuritas.
Los reyes con sus pajes, los pastores camino al portal, los que pasaban del evento en la hoguera, las lavanderas, los patos, los patos gigantes y otros animalitos variopintos, incluido un patito de cerámica que nadie sabía de donde había salido.

Y como no, el buey, la mula, Jesús, María y el niño, que nos daba algún que otro disgusto perdiéndose entre la caja, aunque siempre acababa apareciendo. Claro, al ser un niño bueno...

Un poco de nieve final y el encendido inaugural.

Y todos eramos felices de aquel espectáculo, soltando algún villancico al unísono.

Hoy pusimos el belén en casa, que se resume en las 9 figuras básicas: buey, mula, angel, tres reyes, José, María y Jesús (atchísss).

Lo mio ha sido la parte técnica, y he hecho una instalación lumínica en el portal que para sí quisiera el ayuntamiento. Sólo me ha faltado poner la bola de espejos en el techo.

Una vez puestas las 9 figuras, (uniformes todas y de más nivel, claro) hemos procedido a rociar con espray de nieve nuestra obra, llegando la salpicadura hasta la cocina.

Y hemos cantado el villancico, claro, fum, fum, fum (humo, humo, humo).

A medida que cumples años se va reduciendo la cantidad de figuras, ya sea por pérdida o por falta de sitio.

Lo que no mengua es la ilusión con que se hace, y el propósito de, al menos en estas fiestas, ser buenos.

Feliz navidad !

PD: la nieve ha durado lo justo para hacer la foto.