Día 493. One more time ...

Hoy me levanté al estilo canario

Y dirás: ¿con un jersey amarillo?
Y diré: si, y un Ford Fiesta blanco, ¿notjde?

El caso (o suceso) es que me levanté (con el derecho, como siempre), me duché, me llevé los krispis (sin pelo*) delante del ordena, miré el reloj, y... AAAAAAARGH eran las siete !!!!

Me había levantado una hora antes, sin explicación.

Tenía varias opciones:

1) Volver a la cama un ratico más
2) Ponerme a trabajar
3) Webear un rato

Opté por la primera, bajo riesgo de llegar tarde por quedarme dormido.

Lo difícil ha sido la rentrée a la cama.

Si dormís con pareja, ya sea masculina, femenina, padre, madre, hija, mascota o lo que sea (con peluches no ocurre) no sé si os pasará como a mí, que cuando me levanto por la mañana, mi partenaire hace el efecto "derrame de bote de mermelada", o sea, se expande lentamente por el hueco que había dejado en ella (la cama, digo) y si quiero apartarla es como si intentara devolver la mermelada al bote con las manos, siempre queda algún resto debajo (en el caso no metafórico sería un brazo o un pie).

Tras una compleja operación logística, me introduje en ella (la cama), para intentar cabecear unos minutejos, entre brazos y piernas cruzados no propios.

Me despertó el primer codazo riñonero de Lucía, ignorante del caso "canario", al que contesté con "diez minutitos más" (un clásico), tras los que me llevé el segundo codazo, como siempre, más fuerte.

Me vuelvo a levantar y pienso: ¿y ahora que hago? ¿me ducho de nuevo?

He decidido lavarme la cara para espabilarme, sin conseguirlo.

Los krispis sin pelo (creo) estaban casi diluidos ya en el Cacaolat.

Y tampoco había conciliado el sueño.

Un buen comienzo del día, vamos.

Después de una mañana laboral engorrosa, me dirigí a comer. Al entrar al restaurante de costumbre, recordé (ya sentado en el taburete) que era jueves y allí no había paella. Reculé (wkp2: el que tiene dos carnets del Barça) esperando no haber sido visto (al ser habitual, quedaría fatal) y me fui al paellero, bastante llenito.

Después de 10 minutos esperando, y ver que el camarero estaba regateando el precio de unas pelis con un chino (tuxuru) me piré de allí (lo que me obligará a buscar otro sitios para los jueves) y, después, de dar vueltas buscando "andekñcomo?" (que podría ser ferpectamente el nombre de un restaurant, al estilo del "Paco Meralgo", que existe poráki, tuxuru otra vez), acabé en un sitio de precocinados, donde, para no acabar el jueves sin granos en la barriga me pedí y recalenté algo parecido a paella (con su mejillón y escamarlán incluidos, de atrezzo), que distaba mucho de merecer ese nombre.

Vuelta al curro, vuelta al engorroso trabajo, vuelta al ruido de los carpinteros y los no carpinteros, vuelta al metro (con su ruido incorporado también) y vuelta a casa.

Un día un poco mielda flita, pero ya vendrán mejores.

* Krispis (o Crispis) es el pequeño (pero chulo) Yorkshire de Chumari, nuestro comentaka