Día 415. Mis problemas con las negras... y las blancas

Hoy orejo mejor.

Y dirás: ¿Qué ha cambiado de ayer a hoy?
Y diré: El tiempo, que yo sepa

¿Por qué los cocleados oímos diferente de un día para otro?

Me pongo a pensar (siií, otra vez, siií) y tengo varias teorías.

He perfeccionado la ya archiconocida PTCS (Pepe Teoría de la Conspiración de los Sentidos, que me hace ver clips por la calle) a base del procedimiento prueba-error, que tan buenos resultados ha dado a la ciencia (cuando el error brilla por su ausencia).

Así pues, paso a describir el proceso que me ha llevado hasta la “PeTeRRes” (Pepe Teoría del Relleno de Sonidos).

Prueba 1) Cojo la cajita de música con el flaimitudemun sinatrero (ver post 304). Primera vuelta de manivela, con una incomprensible secuencia de ruidos. Hasta que no deduzca dónde empieza la canción, mi coco no empieza a trabajar.
Principio encontrado. Empiezo a descifrar los sonidos. Primera vuelta completa.
Otra vuelta. Mejor. Otra. Mejor. Mientras más veces la oigo, más detalles le encuentro a la música, casi hasta tener la agradable sensación de que no estoy cocleado.

Prueba 2) En un powerpoint que llega a mi email (y no es guarro, raramente) hay una música de fondo que reconozco enseguida, pero no sé el título.
Al día siguiente (detalle importante) decido buscarla. Para encontrarla en yutú, despiezo el powerpoint sin escucharla (detalle importante, concéntrate) por si el nombre del sonido me da una pista.
Lo hace: Mancini. Elephant.
Busco en yutú y encuentro muchas versiones.
La canción es de Mancini, “los pasos del bebé elefante” (“baby elephant walk”).
Me la pongo en esta versión: enlace.
No entiendo ni papa, pero es que no recuerdo la del powerpoint (eso fue ayer, lo he dicho antes, ¿o te has perdido?).
Refresco en mi mp7 el powerpoint. Ahhhhh, siiiii, ésta.
Vuelvo a poner la del yutú y la reconozco perfectamente.
Me pongo esta otra versión, más difícil, y también: enlace (que por cierto es divertidísima).

En resumen: ha bastado un empujoncito recordatorio en mi cabecita para entenderla.

Prueba 3) Me he puesto varias veces “algo pequeñito” (la canción que va a Eurovisión, no pienses mal, enlace) y lo único que noto es que es una especie de vals, y que mi cabeza rellena con patrones de otras lo que seguramente serán unas notas (blancas y negras) equivocadas.

Mi conclusión es que los cocleados oímos con la cabeza, más que con el mp7, el cual es un parato electrónico que funciona casi siempre igual y lo que cambia es nuestra azotea, según el estado de ánimo, el tiempo, el estrés, el niño que grita, la proximidad de la renta y otras variables.

¿Estás de acuerdo?

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Pues aquí debería ir una felicitación a un nuevo cocleado, nuestro querido Angel, peeeeeeeeeeeeero, tal como expliqué en el post de ayer, toda la nueva y costosa tecnología que debían ponerle en el orejo, se ha ido al garete por un insignificante cable de mierrrrrr, después de meses de espera, y tirando al retrete toda la ilusión que había puesto en este día. Esperemos que Cochlear lo solucione pronto y podamos celebrarlo como se merece, con unas sidrinas.Nuestro cariñoso abrazo en un día difícil, querido comentaka.

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CONCURCHAPA DE LOS MIÉRCOLES

#1. Cocleares?	#2. Pepe Sordisas	#3. Palantil	#4. Coocle	#5. Palantil Forte	#6. Epi & Blas	#7. Quééé?	#8. Cocleados

Hoy la preguntita del concurchapa es fácil, pero cuidado, piénsatelo bien si quieres llevarte un par de pepechapicas a elegir entre éste mi extenso catálogo, y un maletín de portátil gentileza de MED-EL.
Ya sabes, si no sabes la respuesta... documéntate, lissssst@