Día 293. Nérdotas

Ya he dicho que con esto de la crecida del nervio, se me altera el volumen del mp7 y lo oigo todo más fuerte y con más retumbes.
Estos últimos aún no son excesivamente molestos, con lo que la subida de volumen se traduce, en oír algo más.

Jallowen
Anoche mi tía Antonia (besicooooo) nos hizo cena para 16 en su casa.
Cambié de táctica y en lugar de buscar las esquinas de la mesa, me puse en medio.
Resultado más o menos satisfactorio, ya que tenía a todos más cerca, pero mis primos (a mi izquierda) tuvieron que aguantar mis impertinentes “qués” (gracias guapos!).
En un momento dado, detectamos una conversación a cinco. Femenina, claroCLOOOOONC (vaya). Mi cuñao, a la derecha, tampoco entendía nada (creo que ellas mismas tampoco)

Torredembarra
Hoy tocaba comida en la casa de Torredembarra de nuestro amigo Miqueló (KimbaParí).
Habíamos quedado en el puerto porque Serra tiene un barquito y habían salido a pescar, asi que Lucía y yo esperábamos tranquilamente con un vermucito en una terracita.
La tranquilidad de los barquitos invitaba a un momento relajante, hasta que en dos mesas de al lado se han empeñado en hablar como los cabreros.
Total que me lo he quitao unos minutejos pa disfrutar el paisaje. Lo necesitaba.

Fideuá
Serra nos ha hecho una fideuá de cojines. Es un experto cocinero, que se ha dedicado muchos años a la profesión. En la mesa he vuelto a probar lo de sentarme en medio y más o menos a funcionado, porque a la izquierda tenía a Lucía que no habla flojito precisamenteCLOOOOONC (joer, ya van dos en un post).

En resumen, esto del volumen funciona más o menos aunque confundo sonidos

La confusión más gorda, que me tomo como una nérdota graciosa:

Ayer escuchaba a Lucía por teléfono en la cocina. Ya he dicho que no habla flojoCLOOOOOONC (joer, tres, nuevo récord). Me levanto para ver con quien estaba hablando.
No estaba hablando por teléfono
Estaba recogiendo los platos del lavavajillas