Día 240. Mañana

El de hoy es un post con música de fondo, o sea que si tienes orejitas, emepesietes, audis o restos, dale al play antes de empezar a leer.



Han pasado 30 años desde que me pusieron el primer implante coclear. Aún recuerdo aquel viejo modelo Opus 2, de color noche y cómo me costaba entender con él. Funcionaba a pilas y pesaba 12 gramos !!!!. Por aquel entonces escribía en un viejo blog, junto con unos lectores a los que llamaba comentakas. Todavía conservo como amigos a algunos. No entendía la tele, ni íbamos al cine, que por aquel entonces era en dos dimensiones. Trabajaba haciendo cosas para internet, en su primera versión. Como tardaban en cargarse las páginas ! En el mejor de los casos unos segundos !!!

10 años más tarde me lo cambiaron por uno interno. Se alimentaba por energía kinétika, mis movimientos de la vida cotidiana le bastaban para funcionar. No se notaba, podía mojarme y dormir con él, pero seguía siendo monofónico como el anterior aunque tenía muy buena definición.

Hace ahora una década pude disfrutar del Biotis, dos minúsculos micrófonos, uno en cada oreja que, colocados dentro del pabellón auditivo iban conectados directamente al cerebro, estimulando la zona que recoge los sonidos. La calidad era excelente y yo creía que insuperable, no recuerdo haber oído así en mi vida.

Hoy estamos de crucero a bordo del NauticAir, un lujoso barco que casi no toca el agua. El actual gobierno de Alejandro Agag junior nos cubre todos los gastos (algo bueno tenían que tener). Antes de partir nos han obligado a ponernos la triple vírica (cáncer, parkinson y alzheimer). La del HIV es opcional y no la necesitamos. Acabamos de visitar una película (antiguamente te sentabas en una butaca a verlas) y hemos acabado agotados. El sonido era 5D, que yo puedo transformar a 6D gracias a mi NaturalEaring, que es un oído natural creado a partir de células madre, modificado para evitar los sobresaltos de sonido y recibir llamadas.

Hace un rato me ha llamado mi nieta, que ha empezado la universidad. Me he puesto en un rincón porque como toda la escucha es interna, parecemos locos todos hablando con el hombre invisible. Aunque como Lucía también se ha puesto, realmente parecía que hablábamos los dos.

Hemos podido abrazarnos los tres gracias al holoCall.
Parece casi real !

Estábamos cansados pero nos hemos tomado un RevitalMov y ahora vamos a bailar tango, que hemos aprendido hace un rato gracias a un parche de aprendizaje, que Lucía no sabe como disimular entre los tirantes de la camiseta. A pesar de las lecciones somos muy patosos y nos pisamos continuamente, pero nos reímos.

¡Cómo disfrutamos de esta segunda juventud!

Luego nos reiremos hablando con los amigos, casi todos con NaturalEaring, cenando un buen arroz caldoso con Bogavante, acompañado de un buen vinito y brindando al final con un buen cava y unos chupitos de orujo.

Porque, afortunadamente, hay cosas que nunca cambian.

Imagina !