Día 1137. DJ Sonrisas.

Pinchando

Esta noche he pinchado.

Y dirás: Vaya, Pepe, enhorabuena

Y diré a este malpensao en off: ¡¡ Marrano !!

Mesplico.

¿Sus recordáis que hablé el otro día de que quizá la B12 me animaba el orejo y podía hacer realidad mi sueño de ser DJ?

Pues ha sido al revés. Esa realidad se ha hecho sueño.

Supongo que entre este comentario que hice aquí en LOPB y un artículo que vi sobre lo que ha cambiado la música entre los jóvenes, que prefieren mezclas de DJs a cantantes y que los buenos pinchadiscos ganan una fortuna en casa "session", todo eso juntóseme en mi subconsciente y esta noche he soñado que era DJ.

DJ Sonrisas, supongo.

Lo curioso es que hacía una especie de antimúsica, así la llamaba.

Aporreaba mi órgano (no el genital, que duele, sino el Yamaha) con acordes inventados, y salían notas y ritmos que a la multitud gustaba, gritando enloquecida cual adolescente en primera fila de un concierto de Justin Bieber (al que, por suerte, no he llegado a oír).

No conforme con ello, también cantaba... Tócateles.

Pero una letra totalmente absurda. Recuerdo vagamente algo como "me fui a comprar una tele y compré... macarrones". Andaqueeeeeé, las cosas que tiene morfeo.

Y la gente enloquecía con la tontería. Jatetú. A saber qué planeta era.

O quizá que esa juventud iba más pasada de vueltas que Pocholo inaugurando la temporada de Pachá.

Si fuera verdad, y los jóvenes tragaran con ese tipo de música absurda, aún estoy a tiempo de cumplir mi sueño.

Pero esta vez, despierto.