Esta mañana, como casi cada mañana, he ido al bar habitual (de cada mañana) a tomarme un menu-oferta de 3,70 leuros de minibocata, bebida y café, como cada mañana. Insisto por algo.
Tengo 15 minutos para el almuerzo, con lo cual, al ponerme el minibocata le pido que me haga el café para que se vaya enfriando (más bien es porque si no, tardan en servirlo y messi va el tiempo).
Normalmente me sirve Pilar, la dueña.
Pilar es muy despistada, de esas que te trae el cambio que es de otra persona, o me trae el café antes de ponerme el bocadillo, o me quita el periódico que estoy leyendo, entre otros detalles.
Tiene la costumbre de hacer los cafés extremadamente "ristretos" y, aparte de que no me gusta tan corto, se me enfría demasiado.
Si le digo que me lo haga un poco más largo, me hace un americano que se sale de la taza, ideal como purgante.
Esta mañana, tocaba café corto. Tan corto que casi se salía por encima el azúcar al echarlo. Al pedírselo un poco más largo, me ha hecho uno que podía lavarme los pies, por la abundancia de agua caliente, kicir.
- Joer, Pilar, ¡qué largo me lo has hecho!
- Aaaaay ! si es corto porque es corto, si es largo porque es largo
- Perdona, Pilar, no soy tan tikismikis, sólo quiero un café normal, ni ristreto a la italiana, ni aguachirri a la americana, un café de aquí, coñe ("que para eso pago" he estado a punto de decirle, pero me sonaba grosero).
Y le ha dicho algo al marido y a la otra camarera que se han reído y no he podido escuchar.
Ayer me comentaba un compañero que a la Pilar ésta le llaman "la loca" entre ellos, kicir los compis que la oyen, kicir todos menos yo.
Entonces me ha venido a la cabeza un término que se usa en los programas informáticos de imagen en 3D: POV, Point Of View o punto de vista.
Mirando desde dentro de la barra para fuera yo debo ser el puto sordo tikismikis.
Mirando desde fuera de la barra para adentro ella es Pilar "la loca".
Algunos de los temas que debatimos en LOPB, dependen directamente del punto de vista. Normalmente la polémica existe cuando el de un lado lo ve de forma distinta.
Y esta forma distinta acostumbra a ser por desconocimiento de la otra forma.
Por ejemplo, el otro día comenté que fui a Burriana, y había "correbou". Yo no puedo entender como se puede putear a un toro poniéndole bolas de fuego en lo cuernos, mareándole y tirándole del rabo hasta que desfallezca. Y todo eso ante el fervor popular. Ya no hablo de las corridas (y tampoco de los torosCLOOONCvale). Seguramente en Burriana nadie protesta por esa fiesta popular que lleva disfrutando toda la vida. Y seguramente yo, si viviera unos años en Burriana, estaría a favor, o al menos no estaría en contra.
Cuando veo el programa de humor vasco "Vaya semanita" me sorprende y choca cómo hacen humor de un tema para mí tabú como es la kaleborroka o ETA. Y es un programa de máxima audiencia, o sea que gusta a muchos (ojo! no me estoy posicionando a favor de ETA ni mucho menos, digo que son capaces de reír de lo que otros ni hablamos).
Así, es fácil que no se entienda el tema del catalán desde visto desde fuera de Catalunya.
Otro ejemplo de POVs: no nos puede caber en la cabeza cómo un chino puede comerse un insecto frito, de la misma forma que a ellos les darán asco las gambas.
Cuando Abel volvió a casa después de su intento de emancipación con un perrito debajo del brazo, a mi mujer casi le da un ataque. No quería chuchos en casa. Y mírala ahora, ella por su Pumba ma-ta.
Para entender el otro POV hay que pasar una temporada al otro lado.
Las costumbres y los ideales se van grabando con el tiempo en el carácter, creando un sedimento que formará parte de nosotros y hace que nos creamos el centro del universo como si no existiera otra verdad.
Y ahí nace el conflicto, en cerrar los ojos y no ponerse en el lugar del otro, en el otro POV, respetando que pueden haber otras posibilidades diferentes a la nuestra.
Así nos va.
viernes, 30 de septiembre de 2011
jueves, 29 de septiembre de 2011
Día 990. Algo personal.
Hoy estoy indignao.
Porque nos acordamos de SantaRita Barbara cuando truena, vale, pero es que no vamos bien.
La ministra "Espe" presenta con orgullo su transparente nómina de casi 6.000 leuros, libre de polvo y paja. Además de otros gastos aparte, en los que incluirá los personales, para que los paguemos entre todos.
El diputado de izquierdas Llamazares declara 300.000 leuros de patrimonio, entre otras cosas, acumulados tacita a tacita. Parece que el comunismo mola. Y lo justifica diciendo que ser de izquierda no supone tener que vivir debajo de un puente.
A ver, "Llama", mi nómina es un poco inferior a la tuya, y tengo la suerte de no vivir debajo de un puente, aunque vivo al lado de uno, debajo del cual hace Pumba sus caquitas, o lo que es lo mismo, se caga en el piso de los que tienen una nómina menor que la tuya, según deduzco.
El portavoz de CIU en el senado tiene diez inmuebles, cuatro vehículos, un barco y más de 265.000 euros. Ganados como comprenderás, trabajando honradamente con el sudor de su frente. Tumbado en su yate, kicir.
Y eso es sólo lo que declaran, kicir, la punta de un iceberg.
Y después de todo esto tengo que soportar que a mi hijo, que trabaja en la sanidad, le dejen sin la mitad de la paga de navidad y le bajen el sueldo, con los famosos recortes.
Parece que la única forma desobrevivir vivir de coña con la crisis es dedicarse a la política, una carrera en la que no son necesarios ni siquiera estudios, o si no, que se lo digan a Julian Muñoz, alias cachuli.
Que recorten sí, pero no por lo sano, cjnes !!!
No creo que tarden mucho en recortar las ayudas a los discapacitados, como han hecho en Rumanía (un 15%) y quien sabe si las pensiones... como les sobra tanto a los jubilatas...
Y mientras pasa, ellos, ajenos a la crisis, van llevando nuestro dinero a los paraísos fiscales de turno.
Ya lo decía Serrat, entre esos tipos y yo hay algo personal.
Tengo que enseñar a Pumba a morderles las partes.
Imagen de mi otro blog Fotos que hablan solas
Porque nos acordamos de Santa
La ministra "Espe" presenta con orgullo su transparente nómina de casi 6.000 leuros, libre de polvo y paja. Además de otros gastos aparte, en los que incluirá los personales, para que los paguemos entre todos.
El diputado de izquierdas Llamazares declara 300.000 leuros de patrimonio, entre otras cosas, acumulados tacita a tacita. Parece que el comunismo mola. Y lo justifica diciendo que ser de izquierda no supone tener que vivir debajo de un puente.
A ver, "Llama", mi nómina es un poco inferior a la tuya, y tengo la suerte de no vivir debajo de un puente, aunque vivo al lado de uno, debajo del cual hace Pumba sus caquitas, o lo que es lo mismo, se caga en el piso de los que tienen una nómina menor que la tuya, según deduzco.
El portavoz de CIU en el senado tiene diez inmuebles, cuatro vehículos, un barco y más de 265.000 euros. Ganados como comprenderás, trabajando honradamente con el sudor de su frente. Tumbado en su yate, kicir.
Y eso es sólo lo que declaran, kicir, la punta de un iceberg.
Y después de todo esto tengo que soportar que a mi hijo, que trabaja en la sanidad, le dejen sin la mitad de la paga de navidad y le bajen el sueldo, con los famosos recortes.
Parece que la única forma de
Que recorten sí, pero no por lo sano, cjnes !!!
No creo que tarden mucho en recortar las ayudas a los discapacitados, como han hecho en Rumanía (un 15%) y quien sabe si las pensiones... como les sobra tanto a los jubilatas...
Y mientras pasa, ellos, ajenos a la crisis, van llevando nuestro dinero a los paraísos fiscales de turno.
Ya lo decía Serrat, entre esos tipos y yo hay algo personal.
Tengo que enseñar a Pumba a morderles las partes.
Imagen de mi otro blog Fotos que hablan solas
miércoles, 28 de septiembre de 2011
Día 989. Post eriori.
Este es el penúltimo post cabezaycola (en catalán, cap-i-cua, que son números que empiezan como acaban, aunque una cabeza y una cola no acostumbran a ser iguales, digoyó) antes del post milenario.
Y voy a hablar de algo que no acaba como empieza, ni siquiera acaba como pensabas / querías la mayoría de las veces.
Ese algo son los diálogos (que no rima).
Quien no se ha rayado (kicir, comido el cabezo) en los momentos previos a una charla con alguien, en lo que se llama conversaciones internas, que no es más que ese diálogo tal como te gustaría a ti que fuese. Y que luego no se parece una mierrrrr.
Antes de hablar con tu pareja/noviete/a de algo trascendental, o antes de llamar a la puerta del vecino para cantarle las cuarenta o en los instantes previos a pedirle a tu jefe una revisión de tu sueldo, o sea antes de que se mee de risa.
No acostumbramos a hacer ese análisis a posteriori comparando lo que nos habíamos imaginado y lo que ha sido en realidad, aunque en algunos casos nos hemos dicho "¿para esto me he comido el coco tanto?".
En el caso de nosotros los cocleados, se añaden un par de factores diferenciales (hoy estoy analista, que no tiene que ver con nada del ano).
Primero, en esa rayada previa, incluimos el "¿oiré bien?", "¿habrá ruido de fondo?", "¿cómo me hablará?", unos miedos en los que el normoyente ni piensa.
Segundo, a posteriori, hacemos (al menos yo) una calificación interna de como ha ido el asunto, incluso en las conversaciones más intrascendentes.
Si la audición ha sido satisfactoria, o sea normal para el que oye bien, nos viene un subidón por haber salido bienparado.
Si la audición no ha sido como queríamos, lo que nos puede afectar es directamente proporcional a nuestro estado de ánimo y color/abundancia de las nubes.
Aunque mientras más veterano eres en esto, más te la repanfinflan las que van mal.
¿Kinú?
Y voy a hablar de algo que no acaba como empieza, ni siquiera acaba como pensabas / querías la mayoría de las veces.
Ese algo son los diálogos (que no rima).
Quien no se ha rayado (kicir, comido el cabezo) en los momentos previos a una charla con alguien, en lo que se llama conversaciones internas, que no es más que ese diálogo tal como te gustaría a ti que fuese. Y que luego no se parece una mierrrrr.
Antes de hablar con tu pareja/noviete/a de algo trascendental, o antes de llamar a la puerta del vecino para cantarle las cuarenta o en los instantes previos a pedirle a tu jefe una revisión de tu sueldo, o sea antes de que se mee de risa.
No acostumbramos a hacer ese análisis a posteriori comparando lo que nos habíamos imaginado y lo que ha sido en realidad, aunque en algunos casos nos hemos dicho "¿para esto me he comido el coco tanto?".
En el caso de nosotros los cocleados, se añaden un par de factores diferenciales (hoy estoy analista, que no tiene que ver con nada del ano).
Primero, en esa rayada previa, incluimos el "¿oiré bien?", "¿habrá ruido de fondo?", "¿cómo me hablará?", unos miedos en los que el normoyente ni piensa.
Segundo, a posteriori, hacemos (al menos yo) una calificación interna de como ha ido el asunto, incluso en las conversaciones más intrascendentes.
Si la audición ha sido satisfactoria, o sea normal para el que oye bien, nos viene un subidón por haber salido bienparado.
Si la audición no ha sido como queríamos, lo que nos puede afectar es directamente proporcional a nuestro estado de ánimo y color/abundancia de las nubes.
Aunque mientras más veterano eres en esto, más te la repanfinflan las que van mal.
¿Kinú?
martes, 27 de septiembre de 2011
Día 988. Soñando voy, soñando vengo.
Venía de camino a casa en metro y medio (porque los ferrocatas no llegan a medio de transporte entero) cuando me vino al cabezo que tenía que dejar de mirar a las chicas que pasabanCLOOONC y pensar en el post de tunait.
Entonces intenté empalmar.
Y dirás: ¿por las chicas?
Y diré: Kinuuuuú. Empalmar con el post de ayer.
El caso (resipiente de cosina) es que acolofón colocón colación cuento de lo que se habló ayer, me imaginé cómo sería mi primer día después de regenerarme mis ciliadas, cóclea, nervio y demás.
Pensé en distinguir los murmullos de los que viajan en mi vagón.
Entender a los que hablan por teléfono al lado mío.
Caminar hacia el trabajo y oír el murmullo de la calle.
Pararme por el pasillo a hablar con los compañeros, y que me hablen sin miedo a que no los comprenda.
Entender la broma que acaban de contar, reírme con ellos sabiendo de qué me río.
Que me incluyan en las reuniones de trabajo.
Hablar por teléfono con un cliente, para resolver rápido un problema que por email es más lento.
Oír el ruido de los paletas que están de obras.
Ponerme a Sabina en el mp3.
Llamar a mi hermana por teléfono para decirnos tontás.
Saber si el que toca la guitarra en el metro toca bien o no.
Porque soñar es gratis.
De momento.
Entonces intenté empalmar.
Y dirás: ¿por las chicas?
Y diré: Kinuuuuú. Empalmar con el post de ayer.
El caso (resipiente de cosina) es que a
Pensé en distinguir los murmullos de los que viajan en mi vagón.
Entender a los que hablan por teléfono al lado mío.
Caminar hacia el trabajo y oír el murmullo de la calle.
Pararme por el pasillo a hablar con los compañeros, y que me hablen sin miedo a que no los comprenda.
Entender la broma que acaban de contar, reírme con ellos sabiendo de qué me río.
Que me incluyan en las reuniones de trabajo.
Hablar por teléfono con un cliente, para resolver rápido un problema que por email es más lento.
Ponerme a Sabina en el mp3.
Llamar a mi hermana por teléfono para decirnos tontás.
Saber si el que toca la guitarra en el metro toca bien o no.
Porque soñar es gratis.
De momento.
lunes, 26 de septiembre de 2011
Día 987. Lumbalgiando.
Ha sido un fin de semana de grandes titulares barceloneses.
1) Por un lado está el tema de la última corrida en Catalunya. Que yo para mí que seguirán habiendo. De toros no lo séCLOOOONCvale.
Pero comentar algo de este tema sería meterme en camisa de once varas y salir más trasquilao que la oveja Dolly. Los temas polémicos no son mi fuerte y al debatir siempre acabo en la KGB (la has KaGaoBien). Así que "pasopalabra".
2) Siguiente titular. La Mercè, o Festa Major (que se pronuncia igual que "Hazte mayor", a lo que, cachondo como soy, siempre he respondido "¡Será si quiero!".
Ha sido un finde de sábado lluvioso y domingo dichoso (soleado), con lo cual, los fiesteros estarán contentos a medias. O del todo, según lo que hayan bebido y en qué cantidad.
Y al final, el piromusical (que rima), un espectáculo de luz y sonido, del que me quedé sólo con la luz, mientras lo veía por tv3.
3) Otro titular, el Barça y su adicción a las manitas (5-0). Pero tampoco voy a hablar porque messi llena la boca de mi equipo y acabaré otra vez como la Dolly del punto 1.
Y el 4, al que quería llegar, pero tenía que rellenar ésto de letricas.
Resulta que en la clínica Teknon de Barcelona (una clínica muy "chic" donde atienden a los reyes y las infantas de naranja) han desarrollado una técnica para restaurar los discos vertebrales defectuosos por el roce con la ayuda de células madre.
De nuevo grandes noticias de lo buenísimas que son las madres (algo que ya se sabía desde hace siglos) y lo bien que lo arreglan tó.
¿Cuando empezarán con los orejos?
Esperemos que antes de lo previsto.
Mientras tanto no oiremos bien, pero al menos no nos dolerá la espalda.
La noticia completa, aquí
1) Por un lado está el tema de la última corrida en Catalunya. Que yo para mí que seguirán habiendo. De toros no lo séCLOOOONCvale.
Pero comentar algo de este tema sería meterme en camisa de once varas y salir más trasquilao que la oveja Dolly. Los temas polémicos no son mi fuerte y al debatir siempre acabo en la KGB (la has KaGaoBien). Así que "pasopalabra".
2) Siguiente titular. La Mercè, o Festa Major (que se pronuncia igual que "Hazte mayor", a lo que, cachondo como soy, siempre he respondido "¡Será si quiero!".
Ha sido un finde de sábado lluvioso y domingo dichoso (soleado), con lo cual, los fiesteros estarán contentos a medias. O del todo, según lo que hayan bebido y en qué cantidad.
Y al final, el piromusical (que rima), un espectáculo de luz y sonido, del que me quedé sólo con la luz, mientras lo veía por tv3.
3) Otro titular, el Barça y su adicción a las manitas (5-0). Pero tampoco voy a hablar porque messi llena la boca de mi equipo y acabaré otra vez como la Dolly del punto 1.
Y el 4, al que quería llegar, pero tenía que rellenar ésto de letricas.
Resulta que en la clínica Teknon de Barcelona (una clínica muy "chic" donde atienden a los reyes y las infantas de naranja) han desarrollado una técnica para restaurar los discos vertebrales defectuosos por el roce con la ayuda de células madre.
De nuevo grandes noticias de lo buenísimas que son las madres (algo que ya se sabía desde hace siglos) y lo bien que lo arreglan tó.
¿Cuando empezarán con los orejos?
Esperemos que antes de lo previsto.
Mientras tanto no oiremos bien, pero al menos no nos dolerá la espalda.
La noticia completa, aquí
domingo, 25 de septiembre de 2011
Día 986. Secretando.
Leo la noticia del satélite decadente UARS, y el final feliz de sus restos. No ha tocado a nadie.
Según la NASA, en ninguna de estas maniobras ha habido heridos. Y a mí que me entra la duda, jatetú.
¿Te imaginas que, por cosas del azar, los restitos puñeteros estos se cargan a alguien, y la noticia sale en los medios? ¿Qué opinaría el ciudadano de a pie (en bici también vale) de la NASA y sus putos satélites jubilados?
Yo creo que si pasara, la NASA se encargaría de callarlo a través de su BAGDAD (Brigada de Acallamiento de Gente Dolorida Al caer cosas Del cielo) que es la encargada de que los familiares no salgan en el Sálvame americano contando nada.
Así pues, debe haber un archivo inmenso de secretos NASAles y no hablo precisamente de Rinitis crónicas.
En el mismo periódico hay una entrevista a Carmen Chacón, que no he leído porque soyapostólico apolítico.
Por las caras (duras, muchas) de los que se dedican a convencer al ciudadano (o intentarlo), algunos me parecen honrados. Pero tienen tanta gente por debajo que tienen que ser hipócritas continuamente. Y tener muchos secretos, porque hay cosas que no pueden salir a la luz, ni a la sombra siquiera. Que digo yo que para guardar tanto secreto hay que tener una memoria excelente, porque si no se mete la pata, pero eso es otro tema.
Hay muchos sectores donde mantener secretos es algo común y necesario. Sí, sí, necesario porque contar según que cosas sería perjudicial. La salud pública es una de ellas. ¿En cuántos informes médicos se dejarán de contar verdades para no incomodar a los familiares, o para no perjudicar a un compañero sanitario? Es un tema delicado que sólo quería mencionar porque el problema haberlo, haylo. Espero que mi informe esté limpio de secretos.
En los casi mil días de blog, he tenido algún que otro secreto. Más que secreto es que he tenido que contar las cosas de otra forma, verdades a medias, para que nos entendamos. Han sido tan pocas que tendría que hacer memoria (y eso me cuesta), pero eran necesarias.
El próximo secreto revelado, será justo dentro de dos domingos.
Según la NASA, en ninguna de estas maniobras ha habido heridos. Y a mí que me entra la duda, jatetú.
¿Te imaginas que, por cosas del azar, los restitos puñeteros estos se cargan a alguien, y la noticia sale en los medios? ¿Qué opinaría el ciudadano de a pie (en bici también vale) de la NASA y sus putos satélites jubilados?
Yo creo que si pasara, la NASA se encargaría de callarlo a través de su BAGDAD (Brigada de Acallamiento de Gente Dolorida Al caer cosas Del cielo) que es la encargada de que los familiares no salgan en el Sálvame americano contando nada.
Así pues, debe haber un archivo inmenso de secretos NASAles y no hablo precisamente de Rinitis crónicas.
En el mismo periódico hay una entrevista a Carmen Chacón, que no he leído porque soy
Por las caras (duras, muchas) de los que se dedican a convencer al ciudadano (o intentarlo), algunos me parecen honrados. Pero tienen tanta gente por debajo que tienen que ser hipócritas continuamente. Y tener muchos secretos, porque hay cosas que no pueden salir a la luz, ni a la sombra siquiera. Que digo yo que para guardar tanto secreto hay que tener una memoria excelente, porque si no se mete la pata, pero eso es otro tema.
Hay muchos sectores donde mantener secretos es algo común y necesario. Sí, sí, necesario porque contar según que cosas sería perjudicial. La salud pública es una de ellas. ¿En cuántos informes médicos se dejarán de contar verdades para no incomodar a los familiares, o para no perjudicar a un compañero sanitario? Es un tema delicado que sólo quería mencionar porque el problema haberlo, haylo. Espero que mi informe esté limpio de secretos.
En los casi mil días de blog, he tenido algún que otro secreto. Más que secreto es que he tenido que contar las cosas de otra forma, verdades a medias, para que nos entendamos. Han sido tan pocas que tendría que hacer memoria (y eso me cuesta), pero eran necesarias.
El próximo secreto revelado, será justo dentro de dos domingos.
sábado, 24 de septiembre de 2011
Día 985. Sábado festivo.
- Buenos días.
- Buenos días (miro por la ventana al super de enfrente).
- Anda, no me acordaba que hoy es la Mercè (festivo en mi pueblo, igual que en Barcelona, por contagio ajeno).
- I ke ? acaso no son fiesta todos los sábados.
- Bueno, hoy me libro de compras porque están cerradas las tiendas.
- I ke ? a que no sabes donde podemos ir en Badalona ?
- No jodas ! Si todo el mundo va a ir ahí hoy !
- I ke ? acaso tenemos prisa, cari? (el "cari" es irónico, claro).
Así que hemos nos hemos dirigido hacia allí, la tienda esa donde hoy estaba media Barcelona, porque al estar a las afueras era de los pocos sitios donde los Barceloneses podían hacer shopping.
Y el nombre ya te lo he dicho.
¿No lo adivinas?
Y dirás: I ke ? a que no hay chapas?
Y diré: Pos no.
Pista 1: No es una vaca, por la de "por este caminito va caminando un bicho...".
Pista 2: No es Esteban, y no hablo de Belén, sino de la de "Este banco está ocupado...".
Pista 3: Son suecos. Los dueños, kicir.
- Buenos días (miro por la ventana al super de enfrente).
- Anda, no me acordaba que hoy es la Mercè (festivo en mi pueblo, igual que en Barcelona, por contagio ajeno).
- I ke ? acaso no son fiesta todos los sábados.
- Bueno, hoy me libro de compras porque están cerradas las tiendas.
- I ke ? a que no sabes donde podemos ir en Badalona ?
- No jodas ! Si todo el mundo va a ir ahí hoy !
- I ke ? acaso tenemos prisa, cari? (el "cari" es irónico, claro).
Así que hemos nos hemos dirigido hacia allí, la tienda esa donde hoy estaba media Barcelona, porque al estar a las afueras era de los pocos sitios donde los Barceloneses podían hacer shopping.
Y el nombre ya te lo he dicho.
¿No lo adivinas?
Y dirás: I ke ? a que no hay chapas?
Y diré: Pos no.
Pista 1: No es una vaca, por la de "por este caminito va caminando un bicho...".
Pista 2: No es Esteban, y no hablo de Belén, sino de la de "Este banco está ocupado...".
Pista 3: Son suecos. Los dueños, kicir.
viernes, 23 de septiembre de 2011
Día 984. Errando.
En la comunicación entre dos personas se utiliza la palabra para entenderse entre ambas dos, pero también tienen importancia los gestos.
Una misma expresión puede tener sentidos diferentes según el tono (o politono) que se use.
A los cocleados a veces se nos escapan estos pequeños diferenciales, con lo que nos tenemos que apoyar en los gestos.
Ahora bien si en ese intercambio no es posible ver al contrario, tenemos una fuente de posibles errores. Y por tanto, de malinterpretaciones.
En el vagón del metro hoy observaba (porque me fijo más que el búho del cartel del pegamento Uhu) que la mitad de la gente estaba tecleando con su móvil, ñiñiñiñi dale que te pego.
Me vinieron al cabezo un par de dos cosas.
Primera, que en unos años, tendremos deformados los pulgares de apretar las teclas de las blackberrys de turno, y las cervicales hechas una mierrr de tanto mirar pabajo.
Segunda, la cantidad de errores en el mensaje que puede haber escribiendo tan rápido y con ese traqueteo. Y sin gestos.
Me paraba a pensar cuantos malentendidos y malos rollos podían ser fruto de esas conversaciones trastocadas, y el tener que repararlas a base de "me-explicos" y "explicatés".
Como mi día no ha sido de los mejores de mi vida, con nubarrones y marejadas, deseaba que todo el tren estuviera de morros con el del otro lado del teléfono, para así ser yo el más afortunado. Dime malafollá.
Pero no, algunos reían mientras leían, o sea que el mensaje había llegado bien.
Mierrr.
Pues aquí me quedo con mi mal tiempo.
¿Será que se va el verano... hermano?
¿Será que viene el frío... tío?
¿Será que ya es otoño... co**?
Una misma expresión puede tener sentidos diferentes según el tono (o politono) que se use.
A los cocleados a veces se nos escapan estos pequeños diferenciales, con lo que nos tenemos que apoyar en los gestos.
Ahora bien si en ese intercambio no es posible ver al contrario, tenemos una fuente de posibles errores. Y por tanto, de malinterpretaciones.
En el vagón del metro hoy observaba (porque me fijo más que el búho del cartel del pegamento Uhu) que la mitad de la gente estaba tecleando con su móvil, ñiñiñiñi dale que te pego.
Me vinieron al cabezo un par de dos cosas.
Primera, que en unos años, tendremos deformados los pulgares de apretar las teclas de las blackberrys de turno, y las cervicales hechas una mierrr de tanto mirar pabajo.
Segunda, la cantidad de errores en el mensaje que puede haber escribiendo tan rápido y con ese traqueteo. Y sin gestos.
Me paraba a pensar cuantos malentendidos y malos rollos podían ser fruto de esas conversaciones trastocadas, y el tener que repararlas a base de "me-explicos" y "explicatés".
Como mi día no ha sido de los mejores de mi vida, con nubarrones y marejadas, deseaba que todo el tren estuviera de morros con el del otro lado del teléfono, para así ser yo el más afortunado. Dime malafollá.
Pero no, algunos reían mientras leían, o sea que el mensaje había llegado bien.
Mierrr.
Pues aquí me quedo con mi mal tiempo.
¿Será que se va el verano... hermano?
¿Será que viene el frío... tío?
¿Será que ya es otoño... co**?
jueves, 22 de septiembre de 2011
Día 983. Acentuando.
El día que mis padres, con mi hermana recién nacida, decidieron abandonar Córdoba y venir a trabajar a Catalunya (lo siento pero no me sale la eñe para escribir el nombre de esta tierra, aunque por aquel entonces se escribía con eñe) yo sólo tenia unas pocas células. Como aquel que dice, casi me fabricaron en el camino.
Nací en Barcelona, con Franco mandando, inaugurando pantanos y persiguiendo catalanes.
Fui el primer catalán de mi árbol genealógico conocido, aunque me he criado en un ambiente de costumbres andaluzas, con sus santos, su gastronomía, su jerga y su cultura.
No hablé catalán en público (en privado, a lo Aznar, sí) hasta después de hacer la mili, cuando por motivos profesionales tuve que hacerlo.
Y tengo que decir que nadie, jamás, me ha menospreciado nunca por no hablar catalán.
Si que es cierto que en el colegio e instituto me impusieron hablarlo y leerlo, por asignatura, al igual que el inglés, pero jamás, fuera de ahí, he tenido ningún problema por no hablarlo habitualmente.
Si no lo hablo más a menudo, simplemente es por vergüenza.
Del catalán adoro su acento. Me apasiona el timbre, acento o como se diga de un catalán mientras más cerrado mejor. Como Pep Guardiola, por ejemplo.
Cuando alguien no es catalano-parlante de nacimiento, se nota. O lo notaba. A los de raíces andaluzas se nos ve el plumero rápido, por ejemplo con las eses sordas y sonoras, o las vocales abiertas o cerradas.
Los charnegos (catalanes de padres no catalanes) las unificamos. Y es algo que no me gusta, principalmente en mí mismo (me da vergüenza ajena, mejor dicho, propia, sobre todo si me veo, y más si es en un telediario). Prefiero expresarme en castellano. Pero me gusta que la otra persona me hable en catalán, aunque es una situación extraña en la que, normalmente, el catalán cede y cambia al castellano.
Ahora apenas diferencio los acentos lingüísticos, y eso que yo era fácilmente influenciable. A la que estaba un rato con un gallego, me era muy difícil mantener mi forma de hablar sin imitarlo.
Era un gran imitador.
Sin embargo el catalán no se me contagia, aunque si me esfuerzo, puedo hacer una muy buena imitación a lo "padre Mundina"
En las cenas findesemaneras suelen haber un par de personas que hablen catalán entre ellos, pero al dirigirse al resto, cambian al castellano. Aquí se toma esa costumbre como algo natural. Dos catalanes pueden hablar entre ellos en catalán, intervenir una persona en castellano y ellos cambiar o no, según a quien se dirijan, como un automatismo generalizado. Y no pasa nada.
Lo que sí me pasa, ahora, es que a veces tardo unos segundos en descubrir el idioma de una conversación.
Amo esta tierra, esta ciudad, con sus costumbres, su virgen negra, su Gaudí, su "pa amb tomàquet", su lengua y su equipo de fútbol, y se me eriza (mujer del erizo o "pieldegallinamiento") la piel con un virolai o una Santa Espina, aunque la oiga poco.
Como a cualquiera que adora su patria, algo de lo más común, yo adoro el catalán, a los catalanes y su tolerancia.
Aunque, como en el resto del mundo mundial, siempre habrán impresentables, folloneros, malosentendidos y discrepancias, porque en todos sitios cuecen habas.
Aquí cocemos "mongetes". Amb botifarra.
Nací en Barcelona, con Franco mandando, inaugurando pantanos y persiguiendo catalanes.
Fui el primer catalán de mi árbol genealógico conocido, aunque me he criado en un ambiente de costumbres andaluzas, con sus santos, su gastronomía, su jerga y su cultura.
No hablé catalán en público (en privado, a lo Aznar, sí) hasta después de hacer la mili, cuando por motivos profesionales tuve que hacerlo.
Y tengo que decir que nadie, jamás, me ha menospreciado nunca por no hablar catalán.
Si que es cierto que en el colegio e instituto me impusieron hablarlo y leerlo, por asignatura, al igual que el inglés, pero jamás, fuera de ahí, he tenido ningún problema por no hablarlo habitualmente.
Si no lo hablo más a menudo, simplemente es por vergüenza.
Del catalán adoro su acento. Me apasiona el timbre, acento o como se diga de un catalán mientras más cerrado mejor. Como Pep Guardiola, por ejemplo.
Cuando alguien no es catalano-parlante de nacimiento, se nota. O lo notaba. A los de raíces andaluzas se nos ve el plumero rápido, por ejemplo con las eses sordas y sonoras, o las vocales abiertas o cerradas.
Los charnegos (catalanes de padres no catalanes) las unificamos. Y es algo que no me gusta, principalmente en mí mismo (me da vergüenza ajena, mejor dicho, propia, sobre todo si me veo, y más si es en un telediario). Prefiero expresarme en castellano. Pero me gusta que la otra persona me hable en catalán, aunque es una situación extraña en la que, normalmente, el catalán cede y cambia al castellano.
Ahora apenas diferencio los acentos lingüísticos, y eso que yo era fácilmente influenciable. A la que estaba un rato con un gallego, me era muy difícil mantener mi forma de hablar sin imitarlo.
Era un gran imitador.
Sin embargo el catalán no se me contagia, aunque si me esfuerzo, puedo hacer una muy buena imitación a lo "padre Mundina"
En las cenas findesemaneras suelen haber un par de personas que hablen catalán entre ellos, pero al dirigirse al resto, cambian al castellano. Aquí se toma esa costumbre como algo natural. Dos catalanes pueden hablar entre ellos en catalán, intervenir una persona en castellano y ellos cambiar o no, según a quien se dirijan, como un automatismo generalizado. Y no pasa nada.
Lo que sí me pasa, ahora, es que a veces tardo unos segundos en descubrir el idioma de una conversación.
Amo esta tierra, esta ciudad, con sus costumbres, su virgen negra, su Gaudí, su "pa amb tomàquet", su lengua y su equipo de fútbol, y se me eriza (mujer del erizo o "pieldegallinamiento") la piel con un virolai o una Santa Espina, aunque la oiga poco.
Como a cualquiera que adora su patria, algo de lo más común, yo adoro el catalán, a los catalanes y su tolerancia.
Aunque, como en el resto del mundo mundial, siempre habrán impresentables, folloneros, malosentendidos y discrepancias, porque en todos sitios cuecen habas.
Aquí cocemos "mongetes". Amb botifarra.
miércoles, 21 de septiembre de 2011
Día 982. De mica en mica.
Una señora con dos perros
Señora: Es un carlino, verdad?
Pepe: Sí
Señora: Cachorrito?
Pepe: 9 meses. Y los tuyos? éste se ve pequeño
Señora: Este tiene año y medio. El otro 15 sdfj
Pepe: Uf. Debe tener achaques ya
Señora: Sí, cuando no es sdfkjj ksdfk sdfl
Pepe: Toda una vida con ellos
Señora: Y que lo digas, se les sdfjk cariño
Pepe: Sí, yo es con éste y me tiene enamorao
Señora: Si, es lo que tienen. Bueno, sigo que sdjkf sdfl weirewoi
Pepe: Sí, este también. Buenas noches
Un señor vestido de ciclista, parado con su bicicleta
Señor: Es un dffglino verdad?
Pepe: Sí
Señor: Mi hijo tiene uno igual. Le costó sdfk euros
Pepe: ¿Cuanto?
Señor: 1000 euros, se lo trajeron de fuera
Pepe: Este igual. También es de mi hijo, le costó 600
Señor: Y mi hijo quiere que lo pasee mi mujer, pero ella no puede porque sfdfd sdf ertoi xsdf
Pepe: No dan mucha guerra
Señor: Nooooo, son muy tranquilos, además se cansan enseguida
Pepe: Si, creo que es una ventaja
Señor: Ya lo creo, jajaja
Pepe: Aunque ahora todavía tiene mucha energía, se tira a por las motos y las bicicletas, tengo que tener un cuidado
Señor: Sí, sí, el de mi hijo tiene año y medio y también
Pepe: Bueno, voy a ver si hace pipi que acabamos de bajar
Señor: Venga, venga, adios
Un niño se acerca:
Niño: ¿Muerde?
Pepe: Noooo, bueno, a mí sí, pero a ti no
Niño: Ljdsa sdf llama
Pepe: Pumba
Son algunas de las conversaciones que voy teniendo cuando paseo por las tardes (casi noches ya) a Pumba.
Al principio huía de estos diálogos, me ponía nervioso cuando no entendía nada y me limitaba a poner cara de tonto y tirar del perro.
Poco a poco voy cogiendo confianza. Como se dice aquí, "mica en mica".
A veces nos empeñamos en no oír. Es como aquellos grifos de antes en los que siempre podías apretarlos un poquito más. Cerramos nuestro orejo para evitar la comunicación. Y nuestros nervios hacen el resto.
Un día, de repente, decides abrir el grifo. Y sigues las conversaciones, sin tener prisa por acabarlas. Y te relajas. Y el fregadero se va llenando, y la comunicación, como el agua, fluye.
Como el título de aquel libro que nos obligaban a leer en el insti, "De mica en mica, s'omple la pica" (poco a poco se llena el fregadero), de Jaume Fuster (Jaime Carpintero).
Y al buscar en el Google para ilustrar este post con la imagen del libro, me encontré esta otra, como una metáfora coclear de lo que acabo de contar.
¡ Me la quedo !
Señora: Es un carlino, verdad?
Pepe: Sí
Señora: Cachorrito?
Pepe: 9 meses. Y los tuyos? éste se ve pequeño
Señora: Este tiene año y medio. El otro 15 sdfj
Pepe: Uf. Debe tener achaques ya
Señora: Sí, cuando no es sdfkjj ksdfk sdfl
Pepe: Toda una vida con ellos
Señora: Y que lo digas, se les sdfjk cariño
Pepe: Sí, yo es con éste y me tiene enamorao
Señora: Si, es lo que tienen. Bueno, sigo que sdjkf sdfl weirewoi
Pepe: Sí, este también. Buenas noches
Un señor vestido de ciclista, parado con su bicicleta
Señor: Es un dffglino verdad?
Pepe: Sí
Señor: Mi hijo tiene uno igual. Le costó sdfk euros
Pepe: ¿Cuanto?
Señor: 1000 euros, se lo trajeron de fuera
Pepe: Este igual. También es de mi hijo, le costó 600
Señor: Y mi hijo quiere que lo pasee mi mujer, pero ella no puede porque sfdfd sdf ertoi xsdf
Pepe: No dan mucha guerra
Señor: Nooooo, son muy tranquilos, además se cansan enseguida
Pepe: Si, creo que es una ventaja
Señor: Ya lo creo, jajaja
Pepe: Aunque ahora todavía tiene mucha energía, se tira a por las motos y las bicicletas, tengo que tener un cuidado
Señor: Sí, sí, el de mi hijo tiene año y medio y también
Pepe: Bueno, voy a ver si hace pipi que acabamos de bajar
Señor: Venga, venga, adios
Un niño se acerca:
Niño: ¿Muerde?
Pepe: Noooo, bueno, a mí sí, pero a ti no
Niño: Ljdsa sdf llama
Pepe: Pumba
Son algunas de las conversaciones que voy teniendo cuando paseo por las tardes (casi noches ya) a Pumba.
Al principio huía de estos diálogos, me ponía nervioso cuando no entendía nada y me limitaba a poner cara de tonto y tirar del perro.
Poco a poco voy cogiendo confianza. Como se dice aquí, "mica en mica".
A veces nos empeñamos en no oír. Es como aquellos grifos de antes en los que siempre podías apretarlos un poquito más. Cerramos nuestro orejo para evitar la comunicación. Y nuestros nervios hacen el resto.
Un día, de repente, decides abrir el grifo. Y sigues las conversaciones, sin tener prisa por acabarlas. Y te relajas. Y el fregadero se va llenando, y la comunicación, como el agua, fluye.
Como el título de aquel libro que nos obligaban a leer en el insti, "De mica en mica, s'omple la pica" (poco a poco se llena el fregadero), de Jaume Fuster (Jaime Carpintero).
Y al buscar en el Google para ilustrar este post con la imagen del libro, me encontré esta otra, como una metáfora coclear de lo que acabo de contar.
¡ Me la quedo !
martes, 20 de septiembre de 2011
Día 981. El convidat.
En el programa "El convidat" (el invitado) de la Televisió de Catalunya, el conductor (sin coche) del programa, Albert Om (un guaperas catalán) se mete un fin de semana en casa de algún famoso, maleta troley inclusive.
El objetivo es compartir un par de días con él, con sus costumbres, sus manías, sus quehaceres, sus ocios y sus vicios.
El invitado del programa de anoche era Quim Monzó, escritor, periodista y tertuliano.
No he tenido el gusto de leer ningún libro de Monzó (prometo hacerlo pronto, y eso me es fácil cumplirlo) pero siempre me ha caído bien como personaje de diversas tertulias televisivas.
Me parece un hombre sincero, de esos que prefieren soltar una barbaridad antes que mentir. Aunque la intenta suavizar con un fino sentido del humor.
En la entrevista de ayer -porque el objetivo de esa convivencia es, al fin y al cabo, hacer preguntas al personaje- se nos mostraba el lado íntimo de Quim.
Un personaje obsesivo con su trabajo: cuando no escribe, lee.
No le gustan las relaciones sociales, y no lo oculta. Ni siquiera con su familia. Viéndolo en programas de televisión, nunca lo hubiera imaginado.
Si no lo has visto nunca, puede llegar a ponerte muy nervioso. Desde muy joven tiene tics, porque sufre el Sindrome de Tourette, un exceso de dopamina, que son la causa de los tics y de sus obsesiones, según cuenta él mismo.
Y lo cuenta sin complejos, algo que admiro en cualquier persona que no esconde un problema. Creo que la mejor manera de sobrellevar una enfermedad, por grave que sea, es hablar de ella abiertamente, sin lamentaciones ni martirizarse.
Es un trabajador compulsivo, que no puede dejar de escribir, por mucho que tenga un invitado en casa. Y para hacerlo, se aísla en su despacho, con iluminación tenue y escapando de cualquier ruido.
Y lo hace poniéndose unos cascos sin música, de esos para prevenir riesgos laborales. Tiene un par en cada casa.
Guardando las distancias entre un gran escritor y un servidor, yo también me aíslo acústicamente para escribir estos post que lees a diario.
Pero yo lo tengo más fácil.
Puedes ver el programa con subtítulos en catalán, aquí
El objetivo es compartir un par de días con él, con sus costumbres, sus manías, sus quehaceres, sus ocios y sus vicios.
El invitado del programa de anoche era Quim Monzó, escritor, periodista y tertuliano.
No he tenido el gusto de leer ningún libro de Monzó (prometo hacerlo pronto, y eso me es fácil cumplirlo) pero siempre me ha caído bien como personaje de diversas tertulias televisivas.
Me parece un hombre sincero, de esos que prefieren soltar una barbaridad antes que mentir. Aunque la intenta suavizar con un fino sentido del humor.
En la entrevista de ayer -porque el objetivo de esa convivencia es, al fin y al cabo, hacer preguntas al personaje- se nos mostraba el lado íntimo de Quim.
Un personaje obsesivo con su trabajo: cuando no escribe, lee.
No le gustan las relaciones sociales, y no lo oculta. Ni siquiera con su familia. Viéndolo en programas de televisión, nunca lo hubiera imaginado.
Si no lo has visto nunca, puede llegar a ponerte muy nervioso. Desde muy joven tiene tics, porque sufre el Sindrome de Tourette, un exceso de dopamina, que son la causa de los tics y de sus obsesiones, según cuenta él mismo.
Y lo cuenta sin complejos, algo que admiro en cualquier persona que no esconde un problema. Creo que la mejor manera de sobrellevar una enfermedad, por grave que sea, es hablar de ella abiertamente, sin lamentaciones ni martirizarse.
Es un trabajador compulsivo, que no puede dejar de escribir, por mucho que tenga un invitado en casa. Y para hacerlo, se aísla en su despacho, con iluminación tenue y escapando de cualquier ruido.
Y lo hace poniéndose unos cascos sin música, de esos para prevenir riesgos laborales. Tiene un par en cada casa.
Guardando las distancias entre un gran escritor y un servidor, yo también me aíslo acústicamente para escribir estos post que lees a diario.
Pero yo lo tengo más fácil.
Puedes ver el programa con subtítulos en catalán, aquí
lunes, 19 de septiembre de 2011
Día 980. Mi pueblo y yo.
Mi pueblo es inmenso, poblado, escalable, tan grande por fuera que se diría hecho de hormigón, que no tiene viejos.
Dejé aquel pueblo cuando ya llevaba unos cuantos años en la categoría de ciudad. Y de ciudad grande, capital de comarca.
En él me dejé media vida.
Pesqué en su río, el Llobregat, porque un día tuvo más peces que mierda.
Jugué en la fuente de su Plaza de la Vila, que ya no tiene fuente. ni Vila.
Me dejé las rodillas jugando a canicas en su parque.
Ya ningún niño sabe lo que son las canicas.
A mi pueblo ya no lo conozco. Ha quintuplicado su tamaño gracias (o desgracias) a los nuevos barrios de la periferia, a donde han ido a vivir los que antes estaban en el centro, los del pueblo de toda la vida.
Y el centro se quedó para los nuevos y los viejos que se resisten.
Mi barrio, de mi pueblo, perdió esa personalidad propia, de vecinos nacidos allí, que hablaban catalán.
Mi colegio, de mi barrio, de mi pueblo, sigue allí, como uno más de esa resistencia atemporal, con su fachada rosa tiñéndose del gris que dan los años, como si los ladrillos tuvieran canas.
Mi pueblo ya ni me conoce. Se ha hecho mayor, sin avisarme.
Hoy me acordé de él, al ver en la tele a Juan Carlos Navarro, ese gran jugador de basquet que ha dado mi pueblo.
Porque uno sólo se acuerda de Santa Bárbara cuando truena.
En mi pueblo no me queda casi nadie a quien visitar.
Mi casa sigue allí, pero habitada por otros de quienes no sé sus nombres.
Ya no conozco sus nuevas calles, ni las viejas, asfaltadas, con bordillos afilados y rampas en cada esquina.
Mi pueblo y yo apenas nos vemos, ni siquiera conoce mi sordera.
Pero siempre, siempre, me hormiguea la barriga cuando desde la autopista veo su campanario.
O, como hoy, en algún sitio veo escrito su nombre:
Dejé aquel pueblo cuando ya llevaba unos cuantos años en la categoría de ciudad. Y de ciudad grande, capital de comarca.
En él me dejé media vida.
Pesqué en su río, el Llobregat, porque un día tuvo más peces que mierda.
Jugué en la fuente de su Plaza de la Vila, que ya no tiene fuente. ni Vila.
Me dejé las rodillas jugando a canicas en su parque.
Ya ningún niño sabe lo que son las canicas.
A mi pueblo ya no lo conozco. Ha quintuplicado su tamaño gracias (o desgracias) a los nuevos barrios de la periferia, a donde han ido a vivir los que antes estaban en el centro, los del pueblo de toda la vida.
Y el centro se quedó para los nuevos y los viejos que se resisten.
Mi barrio, de mi pueblo, perdió esa personalidad propia, de vecinos nacidos allí, que hablaban catalán.
Mi colegio, de mi barrio, de mi pueblo, sigue allí, como uno más de esa resistencia atemporal, con su fachada rosa tiñéndose del gris que dan los años, como si los ladrillos tuvieran canas.
Mi pueblo ya ni me conoce. Se ha hecho mayor, sin avisarme.
Hoy me acordé de él, al ver en la tele a Juan Carlos Navarro, ese gran jugador de basquet que ha dado mi pueblo.
Porque uno sólo se acuerda de Santa Bárbara cuando truena.
En mi pueblo no me queda casi nadie a quien visitar.
Mi casa sigue allí, pero habitada por otros de quienes no sé sus nombres.
Ya no conozco sus nuevas calles, ni las viejas, asfaltadas, con bordillos afilados y rampas en cada esquina.
Mi pueblo y yo apenas nos vemos, ni siquiera conoce mi sordera.
Pero siempre, siempre, me hormiguea la barriga cuando desde la autopista veo su campanario.
O, como hoy, en algún sitio veo escrito su nombre:
Sant Feliu de Llobregat
domingo, 18 de septiembre de 2011
Día 979. Una pareja de tres.
La película de anoche en Antena 3 era "una pareja de tres" (valga la "redun"), una comedia-drama protagonizada por Owen WIlson y Jennifer Aniston.
El guión es simple: una pareja de recién casados adquieren un pequeño labrador, que va creciendo a lo largo de la película. Puedes ver el trailer aquí.
Es una comedia donde los gags humorísticos se limitan a las trastadas de Marley (el perro), que no son pocas. Y es un drama sólo al final, que te lo puedes imaginar.
La vimos en el sofá los tres, Lucia, Pumba y yo (Abel no estaba).
Seguramente si la hubiéramos visto hace un año, pues ni fú ni fá, la verdad. Pero hay pelis que según en qué momento y situación las ves, te atrapan en su trama.
Magnificamos las gamberradas de Marley, el perro más malo del mundo y seguramente nos imaginábamos a un crecido Pumba haciendo de las suyas.
Por eso el final se nos clavó en el alma.
Es difícil, si no has tenido mascotas, entender esos sentimientos, yo mismo no los hubiera entendido hace pocos meses.
No me sorprendió ver llorar a Lucía. Quienes la conozcan un poco se sorprenderán por lo que acabo de decir, ya que Lucía no es de llorar, y mucho menos por un chucho.
Me cautivaron las frases del final, que siento chafarte, pero lo necesito para hacer este post.
La cosa no queda aquí.
Resulta que John, el prota (Owen Wilson) es columnista en un diario, donde cuenta sus historias de familia en tono cómico. Eso me suena, pero a él le pagan. Lo suficiente para tener una casa con piscina, y tres hijos. Debería irme a los USA.
En una escena, Jennifer (Jennifer Aniston) está pasando páginas a un álbum de recortes de periódico.
Y en otro momento, el hijo mayor (de unos 12 años) leyendo el mismo album, le señala a su madre cual es su columna favorita: "la de los mangos".
Esto me hizo pensar en el legado que estoy dejando en esta red, en este día a día que cuento aquí, con mis tontás, mis penas y mis alegrías. Una herencia que queda aquí para los restos, aunque deje de escribir.
Porque como John, algún día dejaré de hacerlo. Para evolucionar.
Son ya casi mil días de escribir, miles de horas estrujándome el cabezo, miles de teclas pulsadas para que tú lo leas cada noche.
Y eso, amig@ mio, agota.
Espero que cuando llegue el día, me entiendas.
El guión es simple: una pareja de recién casados adquieren un pequeño labrador, que va creciendo a lo largo de la película. Puedes ver el trailer aquí.
Es una comedia donde los gags humorísticos se limitan a las trastadas de Marley (el perro), que no son pocas. Y es un drama sólo al final, que te lo puedes imaginar.
La vimos en el sofá los tres, Lucia, Pumba y yo (Abel no estaba).
Seguramente si la hubiéramos visto hace un año, pues ni fú ni fá, la verdad. Pero hay pelis que según en qué momento y situación las ves, te atrapan en su trama.
Magnificamos las gamberradas de Marley, el perro más malo del mundo y seguramente nos imaginábamos a un crecido Pumba haciendo de las suyas.
Por eso el final se nos clavó en el alma.
Es difícil, si no has tenido mascotas, entender esos sentimientos, yo mismo no los hubiera entendido hace pocos meses.
No me sorprendió ver llorar a Lucía. Quienes la conozcan un poco se sorprenderán por lo que acabo de decir, ya que Lucía no es de llorar, y mucho menos por un chucho.
Me cautivaron las frases del final, que siento chafarte, pero lo necesito para hacer este post.
Un perro no necesita coches bonitos, ni casas grandes ni ropa de diseño. Un palo mojado es suficiente.
A un perro no le importa si eres rico o pobre, ingenioso o aburrido, listo o tonto.
Dale tu corazón y te dará el suyo.
¿De cuánta gente se puede decir eso?
¿Cuánta gente te hace sentir diferente, puro y especial?
¿Cuánta gente te hace sentir un ser excepcional?
A un perro no le importa si eres rico o pobre, ingenioso o aburrido, listo o tonto.
Dale tu corazón y te dará el suyo.
¿De cuánta gente se puede decir eso?
¿Cuánta gente te hace sentir diferente, puro y especial?
¿Cuánta gente te hace sentir un ser excepcional?
La cosa no queda aquí.
Resulta que John, el prota (Owen Wilson) es columnista en un diario, donde cuenta sus historias de familia en tono cómico. Eso me suena, pero a él le pagan. Lo suficiente para tener una casa con piscina, y tres hijos. Debería irme a los USA.
En una escena, Jennifer (Jennifer Aniston) está pasando páginas a un álbum de recortes de periódico.
- ¿Qué estás leyendo?
- Tus viejas columnas. Marley aparece en muchas.
- ¿Aún las lees?
- Sí, a veces. Incluso en los peores días cuando los niños me vuelven loca, no está hecha la colada y van mal otras cien cosas más, sé que tengo esto.
Son cinco minutos de ti. A veces son tristes, a veces graciosas, tontas, o lo que sea.
Pero en todas estás tú.
Y esos cinco minutos me hacen sentir mejor.
- Tus viejas columnas. Marley aparece en muchas.
- ¿Aún las lees?
- Sí, a veces. Incluso en los peores días cuando los niños me vuelven loca, no está hecha la colada y van mal otras cien cosas más, sé que tengo esto.
Son cinco minutos de ti. A veces son tristes, a veces graciosas, tontas, o lo que sea.
Pero en todas estás tú.
Y esos cinco minutos me hacen sentir mejor.
Y en otro momento, el hijo mayor (de unos 12 años) leyendo el mismo album, le señala a su madre cual es su columna favorita: "la de los mangos".
Esto me hizo pensar en el legado que estoy dejando en esta red, en este día a día que cuento aquí, con mis tontás, mis penas y mis alegrías. Una herencia que queda aquí para los restos, aunque deje de escribir.
Porque como John, algún día dejaré de hacerlo. Para evolucionar.
Son ya casi mil días de escribir, miles de horas estrujándome el cabezo, miles de teclas pulsadas para que tú lo leas cada noche.
Y eso, amig@ mio, agota.
Espero que cuando llegue el día, me entiendas.
sábado, 17 de septiembre de 2011
Día 978. El mejor dia de mi vida.
Hoy es el mejor día de mi vida.
Y dirás: yeso ?
Y diré: parecido a la escayola.
Hoy ha sido un sábado normal, de esos de cumplir con las obligacionessaturninas sabadiles sapatillas de los sábados, consistentes en comprar, comprar, comprar, terrezar (tomar algo en una terraza) comer de gorra en "casa suegra", siestear y barçear.
Y en toda esta mediocridad no encontrarás un motivo para hacerlo el mejor día de mi vida. Por eso precisamente lo asciendo a esa categoría, simplemente en agradecimiento a no ser el peor, que eso ya es mucho.
En agradecimiento a ver el sol en el cielo, lo que algunos agradecerán a Dior, aunque yo no soy partidario de colgarle más medallas de la cuenta, no creo que sea él el encargado de darle a la manivela de los planetas para que giren, sino que es cosa de otras fuerzas.
En agradecimiento a poder tomarme una cerveza en una terraza, a pesar de la crisis.
En agradecimiento a abrir el grifo y que salga agua caliente.
Hoy es el día 16.944 de mi vida, que podría pasar como uno más, si no fuera por darle esta mención en LOPB.
Y cuando dentro de unos años, mis nietos me pregunten por cual ha sido el mejor día de mi vida,quizá ojalá me acuerde de éste, y les cuente que no pasó nada significativo, pero quise que fuera el mejor.
Y pensarán que el yayo no se ha tomado la medicación.
Y dirás: yeso ?
Y diré: parecido a la escayola.
Hoy ha sido un sábado normal, de esos de cumplir con las obligaciones
Y en toda esta mediocridad no encontrarás un motivo para hacerlo el mejor día de mi vida. Por eso precisamente lo asciendo a esa categoría, simplemente en agradecimiento a no ser el peor, que eso ya es mucho.
En agradecimiento a ver el sol en el cielo, lo que algunos agradecerán a Dior, aunque yo no soy partidario de colgarle más medallas de la cuenta, no creo que sea él el encargado de darle a la manivela de los planetas para que giren, sino que es cosa de otras fuerzas.
En agradecimiento a poder tomarme una cerveza en una terraza, a pesar de la crisis.
En agradecimiento a abrir el grifo y que salga agua caliente.
Hoy es el día 16.944 de mi vida, que podría pasar como uno más, si no fuera por darle esta mención en LOPB.
Y cuando dentro de unos años, mis nietos me pregunten por cual ha sido el mejor día de mi vida,
Y pensarán que el yayo no se ha tomado la medicación.
viernes, 16 de septiembre de 2011
Día 977. En ajenando.
En telecinco, que rima con "hinco", ha empezado un nuevo reality chou, llamado "acorralados", o lo que es lo mismo, un supervivientes pero con recortes, aqui cerca, en Asturias, patria querida. ¿Paqué ir más lejos?
Se trata de ver la convivencia de unos cuantos famosos que empiezan queriéndose mucho y acaban matándose.
Entre ellos están el Dioni y Leticia Sabater, que digo yo que con esas miradas, esas ganas de trabajar y ese ser famosos... podría haber ido Pumba.
Me he enganchado, como Odalis, al inspector Wallander, el protagonista de un serie de novelas de Henning Mankell, con 11 libros. A diferencia del inspector Méndez, éste es temporal, o sea que en cada novela suma años. En la que estoy ahora tiene mi edad. En la última ronda los sesenta. Tengo curiosidad por leer esa evolución.
Una de las utilidades que le estoy dando a mi nuevo tablet, desde el que escribo este post con sus faltas (no encuentro corrector) es leer revistas del higado, kicir del corazón. Así me pongo al día de las vidas de los famosos, un hobby nacional que debería tener su sección en el decathlon. Pues no hay practicantes ni ná !
Vivimos con interés por otras vidas que no son la nuestra. Es curioso ver cómo nos incumbe casi más lo ajeno que lo propio, y eso lo saben los guionistas de televisión, los redactores del corazón y los escritores, que inventan vidas a medida de nuestras necesidades internas.
Qué buscamos en las otras? Las aventuras que nunca protagonizaremos? Compararlas con nuestra vida? Soñar con lo que nunca tendremos ni seremos?
El caso es que de esta curiosidad hacen dinero muchos, mientras otros la consumimos.
Y alguno dirá: pues a mi no me interesa nada la vida de otro.
Y diré: Y qué haces leyendo ésto?
Se trata de ver la convivencia de unos cuantos famosos que empiezan queriéndose mucho y acaban matándose.
Entre ellos están el Dioni y Leticia Sabater, que digo yo que con esas miradas, esas ganas de trabajar y ese ser famosos... podría haber ido Pumba.
Me he enganchado, como Odalis, al inspector Wallander, el protagonista de un serie de novelas de Henning Mankell, con 11 libros. A diferencia del inspector Méndez, éste es temporal, o sea que en cada novela suma años. En la que estoy ahora tiene mi edad. En la última ronda los sesenta. Tengo curiosidad por leer esa evolución.
Una de las utilidades que le estoy dando a mi nuevo tablet, desde el que escribo este post con sus faltas (no encuentro corrector) es leer revistas del higado, kicir del corazón. Así me pongo al día de las vidas de los famosos, un hobby nacional que debería tener su sección en el decathlon. Pues no hay practicantes ni ná !
Vivimos con interés por otras vidas que no son la nuestra. Es curioso ver cómo nos incumbe casi más lo ajeno que lo propio, y eso lo saben los guionistas de televisión, los redactores del corazón y los escritores, que inventan vidas a medida de nuestras necesidades internas.
Qué buscamos en las otras? Las aventuras que nunca protagonizaremos? Compararlas con nuestra vida? Soñar con lo que nunca tendremos ni seremos?
El caso es que de esta curiosidad hacen dinero muchos, mientras otros la consumimos.
Y alguno dirá: pues a mi no me interesa nada la vida de otro.
Y diré: Y qué haces leyendo ésto?
jueves, 15 de septiembre de 2011
Día 976. Notodiendo.
Hoy me he levantao excepcional
Y dirás: ¡¡¡ Así me gusta, Pep !!!
Y diré: Gracias, pero yo de ti esperaría mi explicación
Me he levantado excepcional, kicir, observando las excepciones.
Por ejemplo, no todo el cielo está nublado.
No todos los sobacos del metro huelen mal. Hoy he encontrado uno (femenino) que olía exageradamente bien. ¡ Qué dolor de cabeza má dao, por Dior !
No todos los partidos que juegue el Barça van a acabar en empate este año. Espero.
No todos los alcaldes son unos corruptos... están investigando a uno que parece que no lo es.
No todo el 2012 será malo... hay olimpiadas... y Eurocopa !!!
Por desgracia, no todo el monte es orgasmo... o algo asina.
Ni todas las sonrisas son perennes.
Ni todo queda limpio por mucho que pases un paño*.
O lo que sería lo mismo: Nitodo Keda Neto.
¡ Kuñu, este tío es japo seguro !
* Aclarando: Kinú, kinú le he buscao doble sentido a ninguna frase.
Léase el post literalmente, kicir, tumbado en una litera.
Y dirás: ¡¡¡ Así me gusta, Pep !!!
Y diré: Gracias, pero yo de ti esperaría mi explicación
Me he levantado excepcional, kicir, observando las excepciones.
Por ejemplo, no todo el cielo está nublado.
No todos los sobacos del metro huelen mal. Hoy he encontrado uno (femenino) que olía exageradamente bien. ¡ Qué dolor de cabeza má dao, por Dior !
No todos los partidos que juegue el Barça van a acabar en empate este año. Espero.
No todos los alcaldes son unos corruptos... están investigando a uno que parece que no lo es.
No todo el 2012 será malo... hay olimpiadas... y Eurocopa !!!
Por desgracia, no todo el monte es orgasmo... o algo asina.
Ni todas las sonrisas son perennes.
Ni todo queda limpio por mucho que pases un paño*.
O lo que sería lo mismo: Nitodo Keda Neto.
¡ Kuñu, este tío es japo seguro !
* Aclarando: Kinú, kinú le he buscao doble sentido a ninguna frase.
Léase el post literalmente, kicir, tumbado en una litera.
miércoles, 14 de septiembre de 2011
Día 975. Incredulidad.
Al tomarme esta mañana el sobrecito para la tos me he dado cuenta de que me cuesta creer en los medicamentos. Si no me lo tomo, la tos me durará 4 días. Si me la tomo, la tos me durará 4 días.
Es más, creo que los medicamentos lo saben y pasan de curarme, por incrédulo.
Al entrar al metro me ha costado creer que volvería a sentarme como hacía estos días, hasta el verano que viene por lo menos.
He ido mas allá (y no me refiero a cambiar de vagón) y me ha costado creer que algún día me tocará la lotería y no tendré que volver a coger (perdón a los argentinos) más el metro, puesto que mi chófer (al que llamaré Bartolo, se llame como se llame, que para eso seré su jefe) me llevará de un club (social) a otro (poco sociableCLOOONC). Me he despertado rápido del sueño con el olor sobaquero del de al lao.
La publicidad del diario de una empresa de telefonía me regalaba la mejor tarifa si me iba con ellos. Siempre me ha costado creer en esas ofertas, seguro que se la cobran poniendo un segundo más a cada llamada, por ejemplo. ¿Quién lo comprobaría? Nadie. Y ellos, dinero pa la saca. Y tú, contento con la oferta... ¡ Gilipollas !
Sigo leyendo. Me cuesta creer en los 3,5 millones de puestos de trabajo que piensa crear un político (con barba canosa y shesheo). ¿Cómo lo hará? ¿Despidiéndoles previamente? Ya se sabe: prometer, hasta meter. Una vez metido, nada de lo prometido.
Al salir del metro, unos inmigrantes robaban los periódicos de un contenedor de papel. Me cuesta creer en el reciclaje, viendo esto.
Ya en el trabajo, viendo las portadas de los diarios generales, junto a los deportivos en una web, me cuesta creer en esta crisis, donde contrastan las restricciones del ciudadano de a pie, con el derroche del mundo del fútbol.
Y viendo el problemón económico griego y el contagio a otros países (incluido el de debajo de mis pies), me cuesta creer en un Feliz 2012.
Con la "música de fondo" que tengo en el despacho, kicir de todos hablando a la vez, me cuesta creer en volver a escuchar el silencio, aún quitándome el mp7.
Y de paso me cuesta creer en volver a escuchar una Big Band.
Y hasta me cuesta creer en un post 1001.
Pero todo esto es producto de un día espeso, sólo hoy, y se me pasará mañana, seguro.
Aunque al llegar el mañana, se convierta en hoy...
Es más, creo que los medicamentos lo saben y pasan de curarme, por incrédulo.
Al entrar al metro me ha costado creer que volvería a sentarme como hacía estos días, hasta el verano que viene por lo menos.
He ido mas allá (y no me refiero a cambiar de vagón) y me ha costado creer que algún día me tocará la lotería y no tendré que volver a coger (perdón a los argentinos) más el metro, puesto que mi chófer (al que llamaré Bartolo, se llame como se llame, que para eso seré su jefe) me llevará de un club (social) a otro (poco sociableCLOOONC). Me he despertado rápido del sueño con el olor sobaquero del de al lao.
La publicidad del diario de una empresa de telefonía me regalaba la mejor tarifa si me iba con ellos. Siempre me ha costado creer en esas ofertas, seguro que se la cobran poniendo un segundo más a cada llamada, por ejemplo. ¿Quién lo comprobaría? Nadie. Y ellos, dinero pa la saca. Y tú, contento con la oferta... ¡ Gilipollas !
Sigo leyendo. Me cuesta creer en los 3,5 millones de puestos de trabajo que piensa crear un político (con barba canosa y shesheo). ¿Cómo lo hará? ¿Despidiéndoles previamente? Ya se sabe: prometer, hasta meter. Una vez metido, nada de lo prometido.
Al salir del metro, unos inmigrantes robaban los periódicos de un contenedor de papel. Me cuesta creer en el reciclaje, viendo esto.
Ya en el trabajo, viendo las portadas de los diarios generales, junto a los deportivos en una web, me cuesta creer en esta crisis, donde contrastan las restricciones del ciudadano de a pie, con el derroche del mundo del fútbol.
Y viendo el problemón económico griego y el contagio a otros países (incluido el de debajo de mis pies), me cuesta creer en un Feliz 2012.
Con la "música de fondo" que tengo en el despacho, kicir de todos hablando a la vez, me cuesta creer en volver a escuchar el silencio, aún quitándome el mp7.
Y de paso me cuesta creer en volver a escuchar una Big Band.
Y hasta me cuesta creer en un post 1001.
Pero todo esto es producto de un día espeso, sólo hoy, y se me pasará mañana, seguro.
Aunque al llegar el mañana, se convierta en hoy...
martes, 13 de septiembre de 2011
Día 974. Vuelta al cole...tazo
Vivimos días de vuelta a los estudios, en colegios, institutos y academias variadas.
El primer día es un día especial.
Lo primero que messi viene a mis recuerdos más lejanos es aquella bata del cole, compartida en diseño (lmqp al diseñador, por cierto) por todos los colegios nacionales o públicos.
En algún curso la estrené por debajo de las rodillas (que quedaba muy sexy con los pantalones cortos por debajo, a lo Braveheart) y la jubilé por encima.
¡ Cómo envidiaba a los de 8º de EGB por no tener que llevarla !
Me dije: de mayor, quiero ser como ellos... y lo conseguí. Sin apenas esfuerzo, todo hay que decirlo.
De los primeros cursos de la EGB recuerdo algunos de los plumieres que tuve, con aquel olor a plástico nuevo, aquellos lápices de colores enganchados por la goma blanca, sobre un fondo blanco impoluto que se iría coloreando a medida que les dabas uso, como una especie de cuadro impresionista. Los esfuerzos por borrar esos rallajos eran en vano, y nunca volvía a ser el fondo blanco que fue.
De entre el plumier destacaba una herramienta divertida, el mal llamado "anyilé". Con los años descubrí que el nombre venía de las cuchillas Gillette, porque era una cuchilla, aunque la marca del aparatito en cuestión era Puntax. Un sacapuntax, vaya.
Lo prohibieron porque parece que era peligroso y podías rebanarte un dedo, o cualquier otro apéndice sobresaliente (uy, que daño me ha hecho sólo de pensarlo).
Ya de más mayor los primeros días los utilizabas para averiguar a cual de las nuevas mozas te ibas a arrimar más. Yo era de los tímidos, de los que mantenían la distancia. De los gilipollas, vaya. No he cambiado mucho.
Y los primeros días de libros, esos que los cuidas, los forras y los metes con cuidado en la cartera. O sea, los tres primeros días.
Hoy era el primer día en muchas escuelas. Se nota porque el primer día, los papis y las mamis piden fiesta en los respectivos quehaceres para acompañar junticos a sus peques. Y los peques agradecidos.
Por eso alborotaban en el vagón del metro esta mañana, contentos, sonrientes y muy, muy chillones, como poseídos por una sobredosis de Coca-Cola no Zero.
Y cuando creí que la cosa no podía empeorar, van y messi sientan tres adolescentes de academia de peluquería que acababan de re-encontrarse después de tres meses. No tengo ni idea de qué se decían las tres a la vez, cual Sálvame de Luxe, pero por los gestos hablaban de qué pulsera más chula (o ssssea, tía), que color de pelo más bonito (o ssssea, tía) o que camiseta más molona (o ssssea, tía), mientras la de al lado lucía (mi esposa) una coleta que se ha paseado junto a mi mp7, en un uyuyuy peligroso.
Cuando el vagón estaba a punto de estallar en pedazos decibélicos, me he quitado el mp7 y en un acto de pura chulería, he mirado a mi alrededor, y me he dado cuenta de que, quitando a los peques, los padres de los peques, y las adolescentes, era el único que no tenía el ceño fruncido por la desagradable banda sonora de fondo.
¡Ñiñiñiñi, que vosotros no podéis!
¡Por Dior! ¡Qué gustazo !
El primer día es un día especial.
Lo primero que messi viene a mis recuerdos más lejanos es aquella bata del cole, compartida en diseño (lmqp al diseñador, por cierto) por todos los colegios nacionales o públicos.
En algún curso la estrené por debajo de las rodillas (que quedaba muy sexy con los pantalones cortos por debajo, a lo Braveheart) y la jubilé por encima.
¡ Cómo envidiaba a los de 8º de EGB por no tener que llevarla !
Me dije: de mayor, quiero ser como ellos... y lo conseguí. Sin apenas esfuerzo, todo hay que decirlo.
De los primeros cursos de la EGB recuerdo algunos de los plumieres que tuve, con aquel olor a plástico nuevo, aquellos lápices de colores enganchados por la goma blanca, sobre un fondo blanco impoluto que se iría coloreando a medida que les dabas uso, como una especie de cuadro impresionista. Los esfuerzos por borrar esos rallajos eran en vano, y nunca volvía a ser el fondo blanco que fue.
De entre el plumier destacaba una herramienta divertida, el mal llamado "anyilé". Con los años descubrí que el nombre venía de las cuchillas Gillette, porque era una cuchilla, aunque la marca del aparatito en cuestión era Puntax. Un sacapuntax, vaya.
Lo prohibieron porque parece que era peligroso y podías rebanarte un dedo, o cualquier otro apéndice sobresaliente (uy, que daño me ha hecho sólo de pensarlo).
Ya de más mayor los primeros días los utilizabas para averiguar a cual de las nuevas mozas te ibas a arrimar más. Yo era de los tímidos, de los que mantenían la distancia. De los gilipollas, vaya. No he cambiado mucho.
Y los primeros días de libros, esos que los cuidas, los forras y los metes con cuidado en la cartera. O sea, los tres primeros días.
Hoy era el primer día en muchas escuelas. Se nota porque el primer día, los papis y las mamis piden fiesta en los respectivos quehaceres para acompañar junticos a sus peques. Y los peques agradecidos.
Por eso alborotaban en el vagón del metro esta mañana, contentos, sonrientes y muy, muy chillones, como poseídos por una sobredosis de Coca-Cola no Zero.
Y cuando creí que la cosa no podía empeorar, van y messi sientan tres adolescentes de academia de peluquería que acababan de re-encontrarse después de tres meses. No tengo ni idea de qué se decían las tres a la vez, cual Sálvame de Luxe, pero por los gestos hablaban de qué pulsera más chula (o ssssea, tía), que color de pelo más bonito (o ssssea, tía) o que camiseta más molona (o ssssea, tía), mientras la de al lado lucía (mi esposa) una coleta que se ha paseado junto a mi mp7, en un uyuyuy peligroso.
Cuando el vagón estaba a punto de estallar en pedazos decibélicos, me he quitado el mp7 y en un acto de pura chulería, he mirado a mi alrededor, y me he dado cuenta de que, quitando a los peques, los padres de los peques, y las adolescentes, era el único que no tenía el ceño fruncido por la desagradable banda sonora de fondo.
¡Ñiñiñiñi, que vosotros no podéis!
¡Por Dior! ¡Qué gustazo !
lunes, 12 de septiembre de 2011
Día 973. Somos lo que somos por ser como somos.
Ocurriome el pasado viernes.
En las escaleras del metro, tengo dos opciones para salir a la calle. El viernes algo me impulsó a escoger la que nunca elijo.
Y yo soy de hacer caso a estos impulsos.
No sólo eso sino que estoy atento al porqué.
En la calle, la mirada se me fue a un buzón de periódico, donde se veía la contraportada de un "La Vanguardia", una sección ("la contra") que leo muy esporádicamente, pero sabía que tenía que leerla.
Al entrar a la agencia, tenemos La vanguardia en la sala de espera, y le eché un vistazo. Rápido comprendí el mensaje.
Y dirás: ¿El mensaje de quién?
Y no sabré responderte.
Porque si bien no creo en poderes místicos, tengo mi propia teoría, algo más científica, y que tiene que ver con la contraportada.
La Pepeteoría dice que el que me avisa soy yo mismo, en otra dimensión espacio-tiempo.
Y dirás: Ale, ya te han vuelto a cambiar la medicación.
Y diré: también.
En los experimentos del famoso colisionador LHC, ya están descubriendo que, a nivel atómico, se puede estar en dos sitios a la vez ( y no estar loco, que diría Machín).
Si yo soy todo átomos ¿por qué no voy a estar en varios sitios a la vez?
Lo que sería el primer tema a debatir.
Vamos a por "la contra".
En "la contra" del viernes (que puedes leer pulsando en su imagen), se entrevistaba a Bruce Lipton, investigador en biología celular.
Este doctor defiende entre otras cosas, la capacidad del ser humano de variar su entorno, de cómo el pensamiento positivo altera la biología de nuestras células: si creemos que algo es bueno para nuestra salud, lo será, como un efecto placebo. Y habla también del opuesto, el efecto nocebo: si quieres estar mal, lo estarás.
Lo que sería el segundo tema de debate.
Yo he tenido el gusto y regusto de llevar a cabo, con éxito, experimentos de este tipo, o sea que no hablo por hablar.
Aunque, como se dice en la entrevista, el peor enemigo para conseguir lo que te propongas, es el subconsciente, también llamado "el de dentro", un ser etéreo que acostumbra a ir en la dirección opuesta a tu yo "de fuera", haciéndote la puñeta como él bien sabe.
Pero también se puede luchar contra él... o con él.
Porque también está lo de "cambia tú y cambiará tu entorno" de lo que he hablado aquí en varias ocasiones.
Conseguir lo más difícil, superando al subconsciente, al consciente y al que se ponga por delante, está en tu actitud. Querer es poder.
Lo que sería un tercer tema de debate.
Y de eso también podría hablarte más. Pero alguno me tomaría por loco...
... lo que podría ser un cuarto tema.
En las escaleras del metro, tengo dos opciones para salir a la calle. El viernes algo me impulsó a escoger la que nunca elijo.
Y yo soy de hacer caso a estos impulsos.
No sólo eso sino que estoy atento al porqué.
En la calle, la mirada se me fue a un buzón de periódico, donde se veía la contraportada de un "La Vanguardia", una sección ("la contra") que leo muy esporádicamente, pero sabía que tenía que leerla.
Al entrar a la agencia, tenemos La vanguardia en la sala de espera, y le eché un vistazo. Rápido comprendí el mensaje.
Y dirás: ¿El mensaje de quién?
Y no sabré responderte.
Porque si bien no creo en poderes místicos, tengo mi propia teoría, algo más científica, y que tiene que ver con la contraportada.
La Pepeteoría dice que el que me avisa soy yo mismo, en otra dimensión espacio-tiempo.
Y dirás: Ale, ya te han vuelto a cambiar la medicación.
Y diré: también.
En los experimentos del famoso colisionador LHC, ya están descubriendo que, a nivel atómico, se puede estar en dos sitios a la vez ( y no estar loco, que diría Machín).
Si yo soy todo átomos ¿por qué no voy a estar en varios sitios a la vez?
Lo que sería el primer tema a debatir.
Vamos a por "la contra".
En "la contra" del viernes (que puedes leer pulsando en su imagen), se entrevistaba a Bruce Lipton, investigador en biología celular.
Este doctor defiende entre otras cosas, la capacidad del ser humano de variar su entorno, de cómo el pensamiento positivo altera la biología de nuestras células: si creemos que algo es bueno para nuestra salud, lo será, como un efecto placebo. Y habla también del opuesto, el efecto nocebo: si quieres estar mal, lo estarás.
Lo que sería el segundo tema de debate.
Yo he tenido el gusto y regusto de llevar a cabo, con éxito, experimentos de este tipo, o sea que no hablo por hablar.
Aunque, como se dice en la entrevista, el peor enemigo para conseguir lo que te propongas, es el subconsciente, también llamado "el de dentro", un ser etéreo que acostumbra a ir en la dirección opuesta a tu yo "de fuera", haciéndote la puñeta como él bien sabe.
Pero también se puede luchar contra él... o con él.
Porque también está lo de "cambia tú y cambiará tu entorno" de lo que he hablado aquí en varias ocasiones.
Conseguir lo más difícil, superando al subconsciente, al consciente y al que se ponga por delante, está en tu actitud. Querer es poder.
Lo que sería un tercer tema de debate.
Y de eso también podría hablarte más. Pero alguno me tomaría por loco...
... lo que podría ser un cuarto tema.
domingo, 11 de septiembre de 2011
Día 972. Con cierto acierto en un concierto.
Son días de fiestas populares, donde, haciendo honor a su nombre, el pueblo sale a las calles, donde hay comercio, bebercio y musiquercio.
Anoche nos "acerquemos" a las de Sant Adrià de Besos.
Intentamos cenar un bocata sobre las 9 y media. Lo conseguimos casi hora y media después, en un bar que en condiciones normales ya esperamos bastante.
Luego nos "pasemos" por la plaza del ayuntamiento donde media localidad se movía al ritmo de "La Loca Histeria".
Este grupo musical repasa canciones de toda la vida. Bueno, toda, toda, tampoco, porque hacia atrás hasta los juglares no llegan.
Lo que kicir es que eran canciones que conocía de mis tiempos normoyentes, o lo que es lo mismo a.L.G. (antes de Lady Gaga).
A diferencia de otro grupo que vi este verano en Castefa y que también repasaba un repertorio impropio, La Loca Histeria lo hacía con una puesta en escena en clave de humor friki, con todos sus componentes con los disfraces más variopintos (un cura, un romano, una "manga", un aviador loco o uno con traje de cartas de póker, por ejemplo).
El populacho se lo pasaba pipa, desde los 5 años hasta los 95, si bien los primeros no estaban ayudados por el efecto de los licores variados de origen sospechoso que vendían en las casetas respectivas.
Yo pasémelo muy bien, incluso acerté sorprendentemenette algunas canciones que el resto de mis acompañantes no.
Hasta messi hizo corto (y acabó a las dos y media), lo que no coincide con la sensación de Pumba, que estaba solete en casa, el pobre.
Aguanté como un campeón hasta el final, perfectamenette integrado entre la muchedumbre, intentando fijarme en los movimientos pélvicos de las más rítmicas. De las féminas, claroCLOOONCyalosperabayo.
Parece una tontería pero no lo es, lo normal es que muchas de las pelvis, a esa hora, vayan por un lao y la música por otro, así que a veces tengo que hacer una rápida media aritmética visual para deducir cuálas pascualas llevan el ritmo adecuado.
Auditivamente, todo hay que decir que por el mp7 entraba muchísimo ruido indefinido, que seguro que ninguno en la plaza resistiría más de cinco minutos lo que tenemos que aguantar los emepesietados.
Al llegar a casa nos esperaba Pumba en la puerta, que con su mirada a lo Igor (el jorobado de El Jovencito Frankestein) nos dijo algo como:
- ¿Se puede saber de dónde venís a estas horas ... y con esos pelos ?
PS: ¿Y el tema interesante? Lo dejamos pa mañana...
Anoche nos "acerquemos" a las de Sant Adrià de Besos.
Intentamos cenar un bocata sobre las 9 y media. Lo conseguimos casi hora y media después, en un bar que en condiciones normales ya esperamos bastante.
Luego nos "pasemos" por la plaza del ayuntamiento donde media localidad se movía al ritmo de "La Loca Histeria".
Este grupo musical repasa canciones de toda la vida. Bueno, toda, toda, tampoco, porque hacia atrás hasta los juglares no llegan.
Lo que kicir es que eran canciones que conocía de mis tiempos normoyentes, o lo que es lo mismo a.L.G. (antes de Lady Gaga).
A diferencia de otro grupo que vi este verano en Castefa y que también repasaba un repertorio impropio, La Loca Histeria lo hacía con una puesta en escena en clave de humor friki, con todos sus componentes con los disfraces más variopintos (un cura, un romano, una "manga", un aviador loco o uno con traje de cartas de póker, por ejemplo).
El populacho se lo pasaba pipa, desde los 5 años hasta los 95, si bien los primeros no estaban ayudados por el efecto de los licores variados de origen sospechoso que vendían en las casetas respectivas.
Yo pasémelo muy bien, incluso acerté sorprendentemenette algunas canciones que el resto de mis acompañantes no.
Hasta messi hizo corto (y acabó a las dos y media), lo que no coincide con la sensación de Pumba, que estaba solete en casa, el pobre.
Aguanté como un campeón hasta el final, perfectamenette integrado entre la muchedumbre, intentando fijarme en los movimientos pélvicos de las más rítmicas. De las féminas, claroCLOOONCyalosperabayo.
Parece una tontería pero no lo es, lo normal es que muchas de las pelvis, a esa hora, vayan por un lao y la música por otro, así que a veces tengo que hacer una rápida media aritmética visual para deducir cuálas pascualas llevan el ritmo adecuado.
Auditivamente, todo hay que decir que por el mp7 entraba muchísimo ruido indefinido, que seguro que ninguno en la plaza resistiría más de cinco minutos lo que tenemos que aguantar los emepesietados.
Al llegar a casa nos esperaba Pumba en la puerta, que con su mirada a lo Igor (el jorobado de El Jovencito Frankestein) nos dijo algo como:
- ¿Se puede saber de dónde venís a estas horas ... y con esos pelos ?
PS: ¿Y el tema interesante? Lo dejamos pa mañana...
sábado, 10 de septiembre de 2011
Día 971. Glubs
Me desperté de la siesta del sábado y pensé:
- ¿Qué pongo en el post?
Y mientras me exprimía la neurona, el peludo me miraba diciendo con sus ojos de Leticia Sabater:
- ¿Te falta mucho, yayo?
Y repensé:
- ¡ Hosti, el chucho !
Y al Barça que le empatan el partido que ganaba dos cero, por lissst.
Y la cabeza que messi queda en blanco, bueno en gris, que eso de blanco se nos tiene prohibido.
Y mientras lo veo en una web pirata, sale la imagen del otro Pep.
Y recuerdo la parte del discurso que dio el otro día, esa en la que dice que le gusta encerrarse en su despacho a estudiar a su rival.
Y me vienen a la cabeza muchos de los 971 momentos en los que he escrito el post del día.
Y recuerdo que lo he hecho en casa, en el coche, en la oficina (espero que no lea esto el jefe), en un hotel, en un banco del parque, en un lavabo y hasta en un cortinglé.
Y el post también.
Y dirás: y el tema que dejaste ayer colgado?
Y diré: Colgado, hasta mañana, si no duermo la siesta
- ¿Qué pongo en el post?
Y mientras me exprimía la neurona, el peludo me miraba diciendo con sus ojos de Leticia Sabater:
- ¿Te falta mucho, yayo?
Y repensé:
- ¡ Hosti, el chucho !
Y al Barça que le empatan el partido que ganaba dos cero, por lissst.
Y la cabeza que messi queda en blanco, bueno en gris, que eso de blanco se nos tiene prohibido.
Y mientras lo veo en una web pirata, sale la imagen del otro Pep.
Y recuerdo la parte del discurso que dio el otro día, esa en la que dice que le gusta encerrarse en su despacho a estudiar a su rival.
Y me vienen a la cabeza muchos de los 971 momentos en los que he escrito el post del día.
Y recuerdo que lo he hecho en casa, en el coche, en la oficina (espero que no lea esto el jefe), en un hotel, en un banco del parque, en un lavabo y hasta en un cortinglé.
Y el post también.
Y dirás: y el tema que dejaste ayer colgado?
Y diré: Colgado, hasta mañana, si no duermo la siesta
viernes, 9 de septiembre de 2011
Día 970. Cáspita
Me desperté de la siesta del viernes y pensé:
- Media !!! Las siete y mierda !!!!
Así, al revés, porque estaba medio adormilado.
Y pensé:
- Hostiasss, si a las ocho tengo que salir.
Y repensé:
- Joder ! El blog !!!!
Y rerepensé:
- Koño, y tenía un buen tema !!
Y Pumba me dijo con su mirada Fernando Trueba:
- Yayo tengo pipi y de lo otro
Así que, con esto, y un bizcocho, hasta mañana a las ocho.
Y veinte !
- Media !!! Las siete y mierda !!!!
Así, al revés, porque estaba medio adormilado.
Y pensé:
- Hostiasss, si a las ocho tengo que salir.
Y repensé:
- Joder ! El blog !!!!
Y rerepensé:
- Koño, y tenía un buen tema !!
Y Pumba me dijo con su mirada Fernando Trueba:
- Yayo tengo pipi y de lo otro
Así que, con esto, y un bizcocho, hasta mañana a las ocho.
Y veinte !
jueves, 8 de septiembre de 2011
Día 969. Matrículas.
Y dirás: Claaaaaro, como empiezan los coles, vamos a hablar de la matrícula, mochilas, libros y demás gastos escolares.
Y diré: Posnó, list.
El caso (resipiente de cosina) es que hoy, al salir de casa, he visto aparcado un Simca 1200.
Igual que me pasó con el poste al olerlo, me han venido a la cabeza muchos recuerdos.
Fue el primer coche que tuvimos.
Recuerdo el olor a plástico nuevo, el meternos siete con miedo a que nos pillaran, pero sin el pánico que habría hoy día por hacerlo.
Recuerdo el ir en el maletero, quitando la bandeja superior, los tres peques: mi hermana, mi amigo -del que ya hablé, que nos dejó hace 25 años- y yo. A la playa, y escondiéndose si se divisaba un urbano.
Recuerdo la matrícula: B-755340.
Luego vino el moderno Renault 5. Más pequeño, pero más chulo, con aquel parachoques revolucionario de fibra, en lugar de los aparatosos de hierro cromado con topes de goma. Recuerdo su amortiguación blanda que evitaba los dolores en el culo al pillar los baches.
Recuerdo su matrícula B-8855-AC
Después, el Seat 124DLS, con aquellos faros cuadrados. Con él me saqué el carnet.
Recuerdo lo estrecho del asiento trasero, y a la estrecha de laCLOOOOONCvale.
Recuerdo su matrícula B-2448-CY
Luego mi padre lo cambió por el Seat Ronda mientras yo estaba en la mili. Quiso darme una sorpresa, y la verdad es que no me gustaba mucho, pero, cuidado, su motor era "system Porsche" (un invento de la Seat para vender más coches), con muchas piezas alemanas.
Recuerdo la amplitud interior que facilitaba moverse por dentro. Recuerdo a la facilona de laCLOOOONCvaaale.
No recuerdo la matrícula, mierrr. Solo las letras: GS.
El siguiente quise que fuera un Ibiza, pero el vendedor me dijo que yo era chaval de Golf GTI, supo conectar con mi ego de juventud diciendo que ligaría y me enredé en un montón de letras sin fin... pero que chulo iba con el brazo en la ventana.
Y ligué, vaya si ligué. Hasta la fecha... ¡¡¡ con la misma !!! No he tenido el gusto de volver a ver al vendedor, para suerte de él CLOOOONCvaya nochecita.
La matrícula era LP, y lo bauticé como "Lupo". con su nombre en letras recortadas de vinilo detrás en pequeñito.
Al poco tiempo Volkswagen sacó el Volkswagen Lupo, tuxuru !!!
Luego vino el Seat Córdoba, alias la Betty, por las letras de la matrícula B-xxxx-TY. No recuerdo el xxxx y eso que es reciente.
Y el actual, el Meganico, de cuya matrícula me acuerdo por asociación de ideas.
Cada coche una historia, un momento de mi vida. Cada matrícula un recuerdo.
Y la comprobación, por las matrículas, de la decadencia de mi memoria.
Y diré: Posnó, list.
El caso (resipiente de cosina) es que hoy, al salir de casa, he visto aparcado un Simca 1200.
Igual que me pasó con el poste al olerlo, me han venido a la cabeza muchos recuerdos.
Fue el primer coche que tuvimos.
Recuerdo el olor a plástico nuevo, el meternos siete con miedo a que nos pillaran, pero sin el pánico que habría hoy día por hacerlo.
Recuerdo el ir en el maletero, quitando la bandeja superior, los tres peques: mi hermana, mi amigo -del que ya hablé, que nos dejó hace 25 años- y yo. A la playa, y escondiéndose si se divisaba un urbano.
Recuerdo la matrícula: B-755340.
Luego vino el moderno Renault 5. Más pequeño, pero más chulo, con aquel parachoques revolucionario de fibra, en lugar de los aparatosos de hierro cromado con topes de goma. Recuerdo su amortiguación blanda que evitaba los dolores en el culo al pillar los baches.
Recuerdo su matrícula B-8855-AC
Después, el Seat 124DLS, con aquellos faros cuadrados. Con él me saqué el carnet.
Recuerdo lo estrecho del asiento trasero, y a la estrecha de laCLOOOOONCvale.
Recuerdo su matrícula B-2448-CY
Luego mi padre lo cambió por el Seat Ronda mientras yo estaba en la mili. Quiso darme una sorpresa, y la verdad es que no me gustaba mucho, pero, cuidado, su motor era "system Porsche" (un invento de la Seat para vender más coches), con muchas piezas alemanas.
Recuerdo la amplitud interior que facilitaba moverse por dentro. Recuerdo a la facilona de laCLOOOONCvaaale.
No recuerdo la matrícula, mierrr. Solo las letras: GS.
El siguiente quise que fuera un Ibiza, pero el vendedor me dijo que yo era chaval de Golf GTI, supo conectar con mi ego de juventud diciendo que ligaría y me enredé en un montón de letras sin fin... pero que chulo iba con el brazo en la ventana.
Y ligué, vaya si ligué. Hasta la fecha... ¡¡¡ con la misma !!! No he tenido el gusto de volver a ver al vendedor, para suerte de él CLOOOONCvaya nochecita.
La matrícula era LP, y lo bauticé como "Lupo". con su nombre en letras recortadas de vinilo detrás en pequeñito.
Al poco tiempo Volkswagen sacó el Volkswagen Lupo, tuxuru !!!
Luego vino el Seat Córdoba, alias la Betty, por las letras de la matrícula B-xxxx-TY. No recuerdo el xxxx y eso que es reciente.
Y el actual, el Meganico, de cuya matrícula me acuerdo por asociación de ideas.
Cada coche una historia, un momento de mi vida. Cada matrícula un recuerdo.
Y la comprobación, por las matrículas, de la decadencia de mi memoria.
miércoles, 7 de septiembre de 2011
Día 968. Oh, no !
Ocurriome la pasada semana.
Cierto día de la misma, al salir del metro tenía que pasar a recoger un paquete por Correos (wkp2. Correos: censurado ). O sea que desvié mi ruta habitual, que consiste en caminar recto, puesto que la parada está en mi misma calle.
Al llegar a casa nadie salió a recibirme a lametazos, ni siquiera Pumba.
Llamé a Lucía, a su móvil (aclaro que no me refiero al móvil de un crimen, porque, de momento, no me ha matao).
Pepe: ¿Dónde estás?
Lucía: LKsf posd fodjsd sd
Pepe: No te entiendo.
Lucía: sdlkf gofdi solñsañ sdlkgk fkvivld metro.
Pepe: ¿En el metro?
Lucía: skfsd fskdf djfi metro.
Pepe:¿ Y Pumba?
Lucía: skf odm pghj slsdi conmigo.
Pepe: ¿Contigo? ¿En el metro?
Lucía: Ldkf fdoifgd
Pepe: No te entiendo.
Lucía: Tut tut tut tut (Onomatopeya de colgar, no de Lucía repitiendo "tuts", aclaro, que hoy estoy aclarando, como mi lavadora)
Al cabo de un rato apareció Lucía diciendo que había ido a esperarme con Pumba a la puerta del metro, camino que recorrieron mientras yo estaba en Correos, de ahí el no habernos encontrado.
Con esta nérdota quiero que aprecies cómo "oigo" el teléfono en este día 968, de cara a la siguiente nérdota.
Vuelvo a insistir en la particularidad de mi caso, remitiéndote al 931 si no lo conoces.
No me funciona internet en casa, que la tengo contratada con Ono, popularmente conocida entre los clientes insatisfechos como "Oh, no!".
Intenté solucionarlo yo solito, sin pedir a nadie que llamara por mí.
Y dirás: ¿Les llamaste?
Y diré: No
Intenté pedir socorro en su web. Tienen un formulario de atención a diversos motivos averias, quejas y reclamaciones.
Después de hacer mi respectiva petición, me llega un mensaje de "Desde este apartado sólo puedes abrir reclamaciones. Para el tratamiento de averías y otras peticiones o incidencias, puedes llamar al teléfono 902 929..." y tres números más.
Y dirás: ¿Y llamaste?
Y diré: No
Tuvo que llamar Lucía para que viniera un técnico el viernes.
El susodicho arregló una conexión que parecía defectuosa, y en aquel momento funcionaba internet. Le comentó Lucía que cómo no tenían una forma de comunicarme con ellos por internet. Dejó su teléfono y dijo que si había algún problema, le mandara un SMS.
El sábado por la mañana, ya no iba.
Le mandé un SMS diciendo que era el chico sordo, y que no iba internet. Como era de esperar, me contestó el lunes con un "Aún no han pasado los técnicos de redes, espere un par de días".
Hoy le he vuelto a llamar, diciendo que soy el chico sordo, y que sigue sin irme internet, y me urge porque soy informático autónomo y necesito trabajar.
Su respuesta ha sido un contundente "Llame a Ono".
Y dirás: ¿Y llamaste?
Y diré: Yo no. Lucía sí.
Para darme de baja.
Actualización 21:00: Acaba de venir un técnico al que no he entendido ni papa, pero me ha puesto un módem nuevo. Me ha dicho que lo mejor es que me dé de baja y me dé de alta en alguna oferta con otro nombre, por ejemplo el de mi mujer. Es un topo de Orange, seguro. Pero a mí, plín.
Cierto día de la misma, al salir del metro tenía que pasar a recoger un paquete por Correos (wkp2. Correos: censurado ). O sea que desvié mi ruta habitual, que consiste en caminar recto, puesto que la parada está en mi misma calle.
Al llegar a casa nadie salió a recibirme a lametazos, ni siquiera Pumba.
Llamé a Lucía, a su móvil (aclaro que no me refiero al móvil de un crimen, porque, de momento, no me ha matao).
Pepe: ¿Dónde estás?
Lucía: LKsf posd fodjsd sd
Pepe: No te entiendo.
Lucía: sdlkf gofdi solñsañ sdlkgk fkvivld metro.
Pepe: ¿En el metro?
Lucía: skfsd fskdf djfi metro.
Pepe:¿ Y Pumba?
Lucía: skf odm pghj slsdi conmigo.
Pepe: ¿Contigo? ¿En el metro?
Lucía: Ldkf fdoifgd
Pepe: No te entiendo.
Lucía: Tut tut tut tut (Onomatopeya de colgar, no de Lucía repitiendo "tuts", aclaro, que hoy estoy aclarando, como mi lavadora)
Al cabo de un rato apareció Lucía diciendo que había ido a esperarme con Pumba a la puerta del metro, camino que recorrieron mientras yo estaba en Correos, de ahí el no habernos encontrado.
Con esta nérdota quiero que aprecies cómo "oigo" el teléfono en este día 968, de cara a la siguiente nérdota.
Vuelvo a insistir en la particularidad de mi caso, remitiéndote al 931 si no lo conoces.
No me funciona internet en casa, que la tengo contratada con Ono, popularmente conocida entre los clientes insatisfechos como "Oh, no!".
Intenté solucionarlo yo solito, sin pedir a nadie que llamara por mí.
Y dirás: ¿Les llamaste?
Y diré: No
Intenté pedir socorro en su web. Tienen un formulario de atención a diversos motivos averias, quejas y reclamaciones.
Después de hacer mi respectiva petición, me llega un mensaje de "Desde este apartado sólo puedes abrir reclamaciones. Para el tratamiento de averías y otras peticiones o incidencias, puedes llamar al teléfono 902 929..." y tres números más.
Y dirás: ¿Y llamaste?
Y diré: No
Tuvo que llamar Lucía para que viniera un técnico el viernes.
El susodicho arregló una conexión que parecía defectuosa, y en aquel momento funcionaba internet. Le comentó Lucía que cómo no tenían una forma de comunicarme con ellos por internet. Dejó su teléfono y dijo que si había algún problema, le mandara un SMS.
El sábado por la mañana, ya no iba.
Le mandé un SMS diciendo que era el chico sordo, y que no iba internet. Como era de esperar, me contestó el lunes con un "Aún no han pasado los técnicos de redes, espere un par de días".
Hoy le he vuelto a llamar, diciendo que soy el chico sordo, y que sigue sin irme internet, y me urge porque soy informático autónomo y necesito trabajar.
Su respuesta ha sido un contundente "Llame a Ono".
Y dirás: ¿Y llamaste?
Y diré: Yo no. Lucía sí.
Para darme de baja.
Actualización 21:00: Acaba de venir un técnico al que no he entendido ni papa, pero me ha puesto un módem nuevo. Me ha dicho que lo mejor es que me dé de baja y me dé de alta en alguna oferta con otro nombre, por ejemplo el de mi mujer. Es un topo de Orange, seguro. Pero a mí, plín.
martes, 6 de septiembre de 2011
Día 967. Medias tintas.
Hoy terminaré el penúltimo "Méndez" que me queda.
Ha sido una lectura rara de cjns, porque me he perdido un montón de veces. Me pasa cuando en las lecturas hay mucho personaje. Y si encima son parecidos, o cojo apuntes (una costumbre que abandoné en bachillerato) o tira millas.
Y dirás: ¿Y por qué no lo has dejado?
Y diré: Ni idea. Como no sea por si un día me encuentro al autor (González-Ledesma) en algún bar de Bar-celona (ciudad de bares) y por si me pregunta precisamente por este, algo así como cuando te estudiabas un tema en el cole "por si entraba".
Pero el tema del post (porque luego mis comentakas se hacen un lío temático de narices, o mejor dicho de orejos) no son los libros dejados a medias. Ni los bares de Barcelona. Ni los apuntes de bachillerato.
Si extrapolamos (wkp2. Extrapolar: Comerse un polo extragrande, o sea un MaxiBom o un Magnum) la misma atención que he prestado al libro, al mundo coclear, volvemos a hablar de la comprensión global.
O lo que es "misma cosa", el dejar hablar aunque no entiendas, para no interrumpir, y en un esfuerzo supremo de concentración, llegar a comprender, al menos, de qué kñ se habla.
Naturalmente si no has pillao nada de nada, conviene buscarse un cómplice que te cuente de qué va la película, porque es como si entraras en una sala de cine a mitad de la ídem.
Con lo que jd (hoy estoy "malhablao", cosas de Méndez) quedarse a medias.
Acabo como ayer, con un chistecico a cuento.
- Oye, ¿a ti cuando te cuentan un chiste, te jd que te dejen a medias?
- A mí lo que me jd es que me dejen a medias y encima me quieran contar un chiste.
Ha sido una lectura rara de cjns, porque me he perdido un montón de veces. Me pasa cuando en las lecturas hay mucho personaje. Y si encima son parecidos, o cojo apuntes (una costumbre que abandoné en bachillerato) o tira millas.
Y dirás: ¿Y por qué no lo has dejado?
Y diré: Ni idea. Como no sea por si un día me encuentro al autor (González-Ledesma) en algún bar de Bar-celona (ciudad de bares) y por si me pregunta precisamente por este, algo así como cuando te estudiabas un tema en el cole "por si entraba".
Pero el tema del post (porque luego mis comentakas se hacen un lío temático de narices, o mejor dicho de orejos) no son los libros dejados a medias. Ni los bares de Barcelona. Ni los apuntes de bachillerato.
Si extrapolamos (wkp2. Extrapolar: Comerse un polo extragrande, o sea un MaxiBom o un Magnum) la misma atención que he prestado al libro, al mundo coclear, volvemos a hablar de la comprensión global.
O lo que es "misma cosa", el dejar hablar aunque no entiendas, para no interrumpir, y en un esfuerzo supremo de concentración, llegar a comprender, al menos, de qué kñ se habla.
Naturalmente si no has pillao nada de nada, conviene buscarse un cómplice que te cuente de qué va la película, porque es como si entraras en una sala de cine a mitad de la ídem.
Con lo que jd (hoy estoy "malhablao", cosas de Méndez) quedarse a medias.
Acabo como ayer, con un chistecico a cuento.
- Oye, ¿a ti cuando te cuentan un chiste, te jd que te dejen a medias?
- A mí lo que me jd es que me dejen a medias y encima me quieran contar un chiste.
lunes, 5 de septiembre de 2011
Día 966. El imperio de los parasentidos
Me desperté a las 3 y media y vi a Pumba en la ventana de mi habitación, mirándome y no lo estaba soñando.
Algo me impulso a romper la fase REM en ese momento para atender a Pumba.
Muchas noches Abel se queda dormido viendo la tele hasta que alguien, que normalmente coincide en mi persona, le llama para que se vaya a la cama. Y Pumba va donde va Abel.
Supongo que se despertaría y me vino a decir "Yayo, ¿que no avisas a Abel?".
Y yo le he oído. Pero no con los orejos, claro. Sino con el séptimo sentido. O con los para-orejos (orejos paranormales).
Justo en ese momento, ni antes ni después.
Hay otra situación en que noto esa conexión cósmica con Pumba:
Estoy trabajando en el despacho, con el lazo inductivo y el mp7 en modo Telebobina. Pumba viene despacito, con un juguete en la boca y me mira, pero yo no me entero. Deja el juguete y va a por otro, repitiendo el mismo proceso. Cuando ya tengo los pies llenos de sus juguetes, se va despacio como desmoralizado. Es en ese momento justo cuando yo lo veo, lo cojo, lo moralizo otra vez y juego con él y sus juguetes.
Justo en ese momento, ni antes ni después.
Este para-orejo lo he visto en varias ocasiones entre Lucía y Abel.
En cierta ocasión, tendría Abel unos 9 años, le compramos una cama de esas que tienen debajo un armario, o sea que dormía a un metro de altura, más o menos. La primera noche se cayó, de caerse, no de dejar de hablar, que también.
Lucía despertó, y me despertó a mi, décimas de segundo antes de que se cayera.
Esto mismo lo he visto en dos ocasiones más, como si siguieran conectados por un para-cordón umbilical.
Ya he comentado lo de mi para-visión, que me hace encontrar clips por la calle (hoy mismo he encontrado uno amarillo, supongo que sería chino).
Lo que no he encontrado aún es la forma de tenerlos siempre activados, para poder aprovechar toda la potencia que nos pueden dar estos para-sentidos.
Y dirás: ¿Para qué?
Y diré: Paraguayo*
De un famoso chiste picante que no puedo reproducir aquí en horario infantil, así que lo haré en los comentarios
Algo me impulso a romper la fase REM en ese momento para atender a Pumba.
Muchas noches Abel se queda dormido viendo la tele hasta que alguien, que normalmente coincide en mi persona, le llama para que se vaya a la cama. Y Pumba va donde va Abel.
Supongo que se despertaría y me vino a decir "Yayo, ¿que no avisas a Abel?".
Y yo le he oído. Pero no con los orejos, claro. Sino con el séptimo sentido. O con los para-orejos (orejos paranormales).
Justo en ese momento, ni antes ni después.
Hay otra situación en que noto esa conexión cósmica con Pumba:
Estoy trabajando en el despacho, con el lazo inductivo y el mp7 en modo Telebobina. Pumba viene despacito, con un juguete en la boca y me mira, pero yo no me entero. Deja el juguete y va a por otro, repitiendo el mismo proceso. Cuando ya tengo los pies llenos de sus juguetes, se va despacio como desmoralizado. Es en ese momento justo cuando yo lo veo, lo cojo, lo moralizo otra vez y juego con él y sus juguetes.
Justo en ese momento, ni antes ni después.
Este para-orejo lo he visto en varias ocasiones entre Lucía y Abel.
En cierta ocasión, tendría Abel unos 9 años, le compramos una cama de esas que tienen debajo un armario, o sea que dormía a un metro de altura, más o menos. La primera noche se cayó, de caerse, no de dejar de hablar, que también.
Lucía despertó, y me despertó a mi, décimas de segundo antes de que se cayera.
Esto mismo lo he visto en dos ocasiones más, como si siguieran conectados por un para-cordón umbilical.
Ya he comentado lo de mi para-visión, que me hace encontrar clips por la calle (hoy mismo he encontrado uno amarillo, supongo que sería chino).
Lo que no he encontrado aún es la forma de tenerlos siempre activados, para poder aprovechar toda la potencia que nos pueden dar estos para-sentidos.
Y dirás: ¿Para qué?
Y diré: Paraguayo*
De un famoso chiste picante que no puedo reproducir aquí en horario infantil, así que lo haré en los comentarios
domingo, 4 de septiembre de 2011
Día 965. Noticias independientes dependientes.
El presidente Del Nido, a la par que Del Sevilla, se queja, con razón, de la diferencia abismal del canon que reciben Barça y Madrid respecto al resto de clubs, que parece que jueguen en otra liga. El reparto de los derechos de televisión a favor de merengues y culés, deja a ese resto en inferioridad de condiciones.
El otro día alargue el paseo de Pumba para chafardear en unos nuevos cines que han abierto en mi ciudad. Por el camino me imaginaba el logo del bucle en alguna puerta. No fue así. Pregunté, y no tienen bucle magnético en ninguna sala. Pero están acondicionadas en tres plantas totalmente accesibles a sillas de ruedas.
En mi barrio este verano han adecuado todas las esquinas, con rampas en los bordillos, para facilitar el camino a la gente mayor, evitar tropiezos a los ciegos y que los discapacitados en silla no tengan problemas.
En el vagón del Euromed en el que regresé ayer de Burriana había un espacio reservado para sujetar una silla de ruedas. No había bucle magnético (no sé si técnicamente se puede en un tren) aunque la película de vídeo, al menos, era subtitulada, aunque al ser de acción (Salt, de mi querida Angelina, pero opositando al pegote más grande jamás filmado) eché de menos alguna explosión para darme ambientillo.
Por meter un poco de cizaña, y relacionando ideas. Nos encontramos a diario con unas preferencias a otras discapacidades que se cumplen a rajatabla, tal como lo veo en, por ejemplo, nuevas instalaciones, y adaptación de las viejas.
Ahora que soy sordo, veo claramente que los que van en sillas, y los ciegos, juegan en otra liga. El resto de discapacidades, cocleatas incluidos, reciben un trato diferente.
Jugamos en otra liga.
¿Kinú?
El otro día alargue el paseo de Pumba para chafardear en unos nuevos cines que han abierto en mi ciudad. Por el camino me imaginaba el logo del bucle en alguna puerta. No fue así. Pregunté, y no tienen bucle magnético en ninguna sala. Pero están acondicionadas en tres plantas totalmente accesibles a sillas de ruedas.
En mi barrio este verano han adecuado todas las esquinas, con rampas en los bordillos, para facilitar el camino a la gente mayor, evitar tropiezos a los ciegos y que los discapacitados en silla no tengan problemas.
En el vagón del Euromed en el que regresé ayer de Burriana había un espacio reservado para sujetar una silla de ruedas. No había bucle magnético (no sé si técnicamente se puede en un tren) aunque la película de vídeo, al menos, era subtitulada, aunque al ser de acción (Salt, de mi querida Angelina, pero opositando al pegote más grande jamás filmado) eché de menos alguna explosión para darme ambientillo.
Por meter un poco de cizaña, y relacionando ideas. Nos encontramos a diario con unas preferencias a otras discapacidades que se cumplen a rajatabla, tal como lo veo en, por ejemplo, nuevas instalaciones, y adaptación de las viejas.
Ahora que soy sordo, veo claramente que los que van en sillas, y los ciegos, juegan en otra liga. El resto de discapacidades, cocleatas incluidos, reciben un trato diferente.
Jugamos en otra liga.
¿Kinú?
sábado, 3 de septiembre de 2011
Día 964. De viaje corto.
El año pasado, un ex-compañero de trabajo me encargo un proyecto en el que estaba muy ilusionado.
Se trataba de la venta online del producto de sus campos (que para más pistas, esnaranja).
Como en todos los negocios, el primer año es duro y encima su producto tenía mucha competencia.
Le diseñé el logotipo, le hice una web alegre y dinámica y un packaging que marcaba la diferencia.
Y la marcó.
Vendió más en su primera temporada que muchos que llevan años haciéndolo, pero con un local provisional, un procedimiento rústico de manipulado y mucho, mucho trabajo y promoción.
Este año toca mejorar.
A pocas semanas de empezar, me invitó a pasar el día en Burriana, Castellón, Comunidad Valenciana, un municipio de 35.000 habitantes y muchos, muchos naranjos.
Hemos ido en Euromed, clase preferente. Y yo de gorra, claro.
La idea era comentar el trabajo pendiente en el tren. Difícil tarea, porque el ruido de fondo del propio vagón me lo complicaba. Aún así he salido medio airoso. Para variar, repito que mi caso es diferente (ver post 931).
Al llegar a Burriana me ha enseñado el nuevo almacén que está preparando, con maquinaria más acorde con los kilos como objetivo marcados para este año.
Y hemos ido al viejo almacén, compartido con otra empresa, donde la persona encargada de la gestión tenía que explicarme su metodología de trabajo, para yo poder optimizársela. Es lo que mejor sé hacer, quitar trabajo. Y llevármelo yo, dicho sea de paso, pero por menos tiempo.
La primera casualidad del día: Ha llegado al almacén un conocido de la otra empresa... bi-implantado !!!!! Tuxuru. Un señor de unos 60 años, 10 implantado, con Freedom. Decía que estaba encantao, y que fue el primer implantado de Burriana. Ahora hay más.
A mediodía hemos hecho el arrocito en Castellón que popularizó Manolo García en su canción, como debe de ser: a la leña, finito y comido en la propia paellera. Menkanta.
Después de comer, el equipo, formado por poca gente pero muy buenas personas, me ha enseñado Burriana, que está en fiestas y estaba preparando sus calles para soltar al bou embolat, o toro embolado, una fiesta tradicional con la que seguro que a los que lo vemos de fuera nos parece una salvajada, pero que saca al pueblo a la calle, organizado en peñas juveniles, cada una con su ropa de colores chillones oficial.
Después de unas cuantas fotos para usar de fondo del blog, hemos cogido el tren de vuelta.
La segunda casualidad: Casi llegando a Barcelona, también en preferente, una chica que iba detrás con su hija (no había nadie más en el vagón) me pregunta si hacía mucho tiempo que estaba implantado. Al preguntarle si tenía algún familiar con implante, me ha dicho que sí, su marido, pero ella también, enseñándome su Freedom.
Más de dos años yendo en metro cada día sin ver ningún implantado, y a la que salgo de Barcelona me encuentro dos.
No hay como salir al extranjero.
Se trataba de la venta online del producto de sus campos (que para más pistas, esnaranja).
Como en todos los negocios, el primer año es duro y encima su producto tenía mucha competencia.
Le diseñé el logotipo, le hice una web alegre y dinámica y un packaging que marcaba la diferencia.
Y la marcó.
Vendió más en su primera temporada que muchos que llevan años haciéndolo, pero con un local provisional, un procedimiento rústico de manipulado y mucho, mucho trabajo y promoción.
Este año toca mejorar.
A pocas semanas de empezar, me invitó a pasar el día en Burriana, Castellón, Comunidad Valenciana, un municipio de 35.000 habitantes y muchos, muchos naranjos.
Hemos ido en Euromed, clase preferente. Y yo de gorra, claro.
La idea era comentar el trabajo pendiente en el tren. Difícil tarea, porque el ruido de fondo del propio vagón me lo complicaba. Aún así he salido medio airoso. Para variar, repito que mi caso es diferente (ver post 931).
Al llegar a Burriana me ha enseñado el nuevo almacén que está preparando, con maquinaria más acorde con los kilos como objetivo marcados para este año.
Y hemos ido al viejo almacén, compartido con otra empresa, donde la persona encargada de la gestión tenía que explicarme su metodología de trabajo, para yo poder optimizársela. Es lo que mejor sé hacer, quitar trabajo. Y llevármelo yo, dicho sea de paso, pero por menos tiempo.
La primera casualidad del día: Ha llegado al almacén un conocido de la otra empresa... bi-implantado !!!!! Tuxuru. Un señor de unos 60 años, 10 implantado, con Freedom. Decía que estaba encantao, y que fue el primer implantado de Burriana. Ahora hay más.

Después de unas cuantas fotos para usar de fondo del blog, hemos cogido el tren de vuelta.
La segunda casualidad: Casi llegando a Barcelona, también en preferente, una chica que iba detrás con su hija (no había nadie más en el vagón) me pregunta si hacía mucho tiempo que estaba implantado. Al preguntarle si tenía algún familiar con implante, me ha dicho que sí, su marido, pero ella también, enseñándome su Freedom.
Más de dos años yendo en metro cada día sin ver ningún implantado, y a la que salgo de Barcelona me encuentro dos.
No hay como salir al extranjero.
viernes, 2 de septiembre de 2011
Día 963. Al tema.
Caminaba hacia el metro mirando hacia arriba.
Parecía que por fin iban a esconderse las nubes, que ya está bien el cachondeito celestial1.
El andén estaba algo más denso que ayer2. Algo normal siendo 2 de septiembre (fum, fum, fum3).
En el vagón, había diversidad racial, para todos los gustos y colores4.
También diversidad cultural. Mientras la mayoría se decantaban por la prensa gratuita, la música o la observación, el resto íbamos inmersos en libros variados5.
Yo, como es costumbre, iba leyendo a Ledesma, en el volumen 3 de las historias del inspector Méndez, un viejo zorro de los bajos fondos, peinador del barrio chino barcelonés, y experto en bares de mala muerte, yonkis, putas y macarras6.
En esta ocasión, Méndez iba detrás (literalmente, culo avizor) de una mujer de la limpieza de bonito nombre ("Libertad" para más detalle13) intentando descubrir si realmente era ese su trabajo o tras su fachada inocente se escondía una supuesta espía o quien sabe si una prostituta más del barrio. Más quisiera él.
Ledesma, como en todos sus libros, describe con detalle el antiguo barrio chino de Barcelona7, hoy Rabal, y en este caso también algunas calles de Madrid7, con sus churros y sus porras inclusive8.
Como llevo tantos "Méndez" lo voy alternando con mi primer Murakami, que no es una variedad de sushi, sino un señor japonés9 que escribe y se forra con ello (no como algunos10).
No está mal el 1Q84. Un poco tocho de 800 páginas (son dos libros en uno). Suerte del ebook11.
Me doy cuenta que cada vez tengo que forzar más la vista12. Hoy llevo las gafas de farmacia, pero la cosa va en serio, cayendo en picado ya.
Al salir de la estación pude ver que hoy, por fin, el cielo es azul.
Y dirás: Pos vale. ¿y el tema de hoy?
Y diré: Pera, que te lo pongo fácil.
Para elijas a voluntad, he abierto una gran cantidad de ellos a debatir.
1- Que si el mal tiempo reinante de este verano y la poca buena cara.
2- Que si se han acabao las vagaciones, jódete Vanesa.
3- Que si ya es navidad en El Corte Inglés.
4- Que si los visitantes y los locales.
5- Que si la gente lee poco y mira mucho.
6- Que si la inseguridad ciudadana.
7- Que si Barcelona y Madrid (fútbol excluido).
8- Que si la gastronomía fácil procolesterol.
9- Que si los japoneses son japonudos, que si el tatami sirve para dormir mejor o que si Pearl Harbor y tal.
10- Que si soy un pringao.
11- Que si un poco de tecnología.
12- Que si la vista ya no ve.
... o lo que realmente te de la gana
Haz lo que quieras con libertad13...
... más quisiera Méndez. ¡Ja!
Parecía que por fin iban a esconderse las nubes, que ya está bien el cachondeito celestial1.
El andén estaba algo más denso que ayer2. Algo normal siendo 2 de septiembre (fum, fum, fum3).
En el vagón, había diversidad racial, para todos los gustos y colores4.
También diversidad cultural. Mientras la mayoría se decantaban por la prensa gratuita, la música o la observación, el resto íbamos inmersos en libros variados5.
Yo, como es costumbre, iba leyendo a Ledesma, en el volumen 3 de las historias del inspector Méndez, un viejo zorro de los bajos fondos, peinador del barrio chino barcelonés, y experto en bares de mala muerte, yonkis, putas y macarras6.
En esta ocasión, Méndez iba detrás (literalmente, culo avizor) de una mujer de la limpieza de bonito nombre ("Libertad" para más detalle13) intentando descubrir si realmente era ese su trabajo o tras su fachada inocente se escondía una supuesta espía o quien sabe si una prostituta más del barrio. Más quisiera él.
Ledesma, como en todos sus libros, describe con detalle el antiguo barrio chino de Barcelona7, hoy Rabal, y en este caso también algunas calles de Madrid7, con sus churros y sus porras inclusive8.
Como llevo tantos "Méndez" lo voy alternando con mi primer Murakami, que no es una variedad de sushi, sino un señor japonés9 que escribe y se forra con ello (no como algunos10).
No está mal el 1Q84. Un poco tocho de 800 páginas (son dos libros en uno). Suerte del ebook11.
Me doy cuenta que cada vez tengo que forzar más la vista12. Hoy llevo las gafas de farmacia, pero la cosa va en serio, cayendo en picado ya.
Al salir de la estación pude ver que hoy, por fin, el cielo es azul.
Y dirás: Pos vale. ¿y el tema de hoy?
Y diré: Pera, que te lo pongo fácil.
Para elijas a voluntad, he abierto una gran cantidad de ellos a debatir.
1- Que si el mal tiempo reinante de este verano y la poca buena cara.
2- Que si se han acabao las vagaciones, jódete Vanesa.
3- Que si ya es navidad en El Corte Inglés.
4- Que si los visitantes y los locales.
5- Que si la gente lee poco y mira mucho.
6- Que si la inseguridad ciudadana.
7- Que si Barcelona y Madrid (fútbol excluido).
8- Que si la gastronomía fácil procolesterol.
9- Que si los japoneses son japonudos, que si el tatami sirve para dormir mejor o que si Pearl Harbor y tal.
10- Que si soy un pringao.
11- Que si un poco de tecnología.
12- Que si la vista ya no ve.
... o lo que realmente te de la gana
Haz lo que quieras con libertad13...
... más quisiera Méndez. ¡Ja!
jueves, 1 de septiembre de 2011
Día 962. Tiro al poste.
Todo me vino de golpe a la cabeza, en décimas de segundo. Curioso mecanismo el de nuestra mente.
Paseaba a Pumba, por donde siempre. En este recorrido hay una valla "permanentemente provisional" junto al solar donde se agolpan los coches que se lleva la grúa municipal. En lenguaje coloquial, la puta grúa.
Junto a esa valla es donde Pumba hace sus necesidades primarias, como solidarizándose con lo que reclaman acaloradamente en la ventanilla de recogida, donde un funcionario sordo ve mover los labios del reclamante, sin hacerle ni puto caso, mientras guarda el dinero de la multa. O pagas o no hay coche. Y punto.
Al final de esta valla, hay un poste permanentemente provisional también, que sirve de aguante a unos cables de telefonía. Un poste de madera, de los de toda la vida, sin pintura anti carteles ni pijadas de esas. Firme como un legionario de guardia y con un olor característico que no adivino si es de la propia madera de pino o de algún barniz protector.
En ese momento me viene el recuerdo de la vieja y pequeña caseta de mis abuelos, junto a la vía del tren, porque mi abuelo tenía que dar la salida a cada uno, con su gorra y su banderín en mano.
Recuerdo el hule de la mesa, con las quemadas de cigarro que rascaba abstrayéndome de lo que decían los mayores.
El mismo hule donde comíamos las pipas que acababa de tostar mi abuela, recién cogidas de los girasoles del pequeño huerto.
Un huerto donde las gallinas ponían sus huevos, calientes y con plumas pegadas.
Un huerto donde jugábamos para no salir junto a las vías, peligrosas vías donde podías dejarte un tobillo. O una vida.
Con esos travesaños de madera. Y ese olor.
El mismo olor del poste.
Lo inhalo de nuevo casi como si lo estuviera esnifando.
Un tiro al poste. ¡ Ja !
Y el olor se disuelve entre mis neuronas mientras vuelvo a la realidad.
Y saco la bolsa para recoger el regalito que ha dejado Pumba en la acera.
Mientras pienso que yo también me he acordado así de la grúa alguna vez.
Paseaba a Pumba, por donde siempre. En este recorrido hay una valla "permanentemente provisional" junto al solar donde se agolpan los coches que se lleva la grúa municipal. En lenguaje coloquial, la puta grúa.
Junto a esa valla es donde Pumba hace sus necesidades primarias, como solidarizándose con lo que reclaman acaloradamente en la ventanilla de recogida, donde un funcionario sordo ve mover los labios del reclamante, sin hacerle ni puto caso, mientras guarda el dinero de la multa. O pagas o no hay coche. Y punto.
Al final de esta valla, hay un poste permanentemente provisional también, que sirve de aguante a unos cables de telefonía. Un poste de madera, de los de toda la vida, sin pintura anti carteles ni pijadas de esas. Firme como un legionario de guardia y con un olor característico que no adivino si es de la propia madera de pino o de algún barniz protector.
En ese momento me viene el recuerdo de la vieja y pequeña caseta de mis abuelos, junto a la vía del tren, porque mi abuelo tenía que dar la salida a cada uno, con su gorra y su banderín en mano.
Recuerdo el hule de la mesa, con las quemadas de cigarro que rascaba abstrayéndome de lo que decían los mayores.
El mismo hule donde comíamos las pipas que acababa de tostar mi abuela, recién cogidas de los girasoles del pequeño huerto.
Un huerto donde las gallinas ponían sus huevos, calientes y con plumas pegadas.
Un huerto donde jugábamos para no salir junto a las vías, peligrosas vías donde podías dejarte un tobillo. O una vida.
Con esos travesaños de madera. Y ese olor.
El mismo olor del poste.
Lo inhalo de nuevo casi como si lo estuviera esnifando.
Un tiro al poste. ¡ Ja !
Y el olor se disuelve entre mis neuronas mientras vuelvo a la realidad.
Y saco la bolsa para recoger el regalito que ha dejado Pumba en la acera.
Mientras pienso que yo también me he acordado así de la grúa alguna vez.
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