Día 766. Pep, wind and Falla

Como cada Jueves, de últimamente, kicir, tenía intención de ir al japo a raíz de mi trueque paella-sushi de estas semanas.

Como trabajo en un sótano (acondicionado, eh? no vayas a pensar que me han castigado a galeras, maria josé) no tenía ni idea de qué día hacía, por lo que al llegar a la puerta me he encontrado que llovía.

Con mi mente lógico-pensante he seleccionado 3 opciones para resguardar el mp7:
a) Dejarme de japos y comer en un bar cercano
b) Ponerme la capucha
c) Ir abajo a por el paraguas

He escogido la c por dos razones:
1) Tenía ganas de shushi. Debo ser como el perro de Pávlov, que salivo cuando llegan las 14:00 de los jueves.
2) Llevo dos meses cargando el paraguas en la bandolera y para un día que llueve... ¿no voy a cogerlo?

Al intentar abrir el paraguas (en la puerta, dentro no, que daría mala suerte, y solo me falta eso), el muy kab se ha vengado del encierro que le he hecho sufrir y, además de fallar en su apertura, tenía dos varillas rotas, con lo cual llevaba medio paraguas por encima de la cabeza y otro medio descansando en mi oreja izquierda.

A pocos metros había un "todo a chien", estratégicamente abierto y con dos cajas de paraguas en venta a la entrada. He tirado en la papelera de la puerta (que estratégicamente también puso el ayuntamiento enfrente del "todo a chien") y he procedido a rebuscar un paraguas más resistente que el que llevaba, que por cierto, compré ahí mismo hace más de dos meses por unos tres euros (o sea, que cada uso me ha salido por un euro, aprox.).

Había uno de 6,50 leuros con una etiqueta colgando que ponía "Aluminio, antiviento" y otro con la misma etiqueta a 8 leuros. Le he preguntado al chino colocado allí para la ocasión, qué diferencia había de uno a otro, y me ha contestado, señalando al de 8 leuros: "este, mejol". Y se ha quedao tan pancho.

He comprado el de 6,50 no porque sea catalán (que también) sino porque el más barato me parecía más bonito, una paradoja de los "todo a chien", quien sabe si no es otra estrategia y en el más barato tienen más margen de ganancia. ¿Quenó?

Tras pagar, el cajero oriental (claro) me ha dicho algo que no he entendido, y cuando ya marchaba he visto que tenía unas tijeras en la mano. Había deducido él solito que una persona que entra en su establecimiento cuando llueve, busca en los paraguas de la entrada, y no compra nada más, es porque va a usarlo nada más salir (que listísimo el tío), y se ofrecía a cortármela. La etiqueta de "Aluminio, antiviento", kicir.

En unos pasos he entendido rápidamente (porque soy un genio) la técnica usada para prevenir del viento. Lo primero, por las varillas, de aluminio en lugar de latón. Lo segundo, por la longitud de la varilla central, más corta, que hace que lleves la mano más cerca de las varillas de arriba.

Me ha parecido un gran invento, ya que al llevar la mano más arriba, mientras llevas el paraguas, con el pulgar puedes rascarte la nariz o quitarte las legañas. Lo que no inventen estos orientales...

Al llegar al japo se han ofrecido a dejarme el paraguas en el paragüero. Me he negado porque creo que lo hacen a propósito para que la gente se los olvide y luego llevárselos a su colega chino para que los revenda en la tienda. Dime observador.

He llegado al trabajo con el paraguas intacto, cumpliendo con lo que ponía en la etiqueta.

Ahora sólo falta saber cuánto me durará éste.

Ya sus contaré.

PS: ¿El título del post? Un pequeño homenaje a Earth, Wind and Fire, un grupo funky del que no puedo oír una canción sin moverme (aún hoy), como September o Boogie Wonderland