Día 542. La roja en 3D

La cosa ya empezó diferente. En lugar de ir yo a por mis sobrinos, vinieron ellos a por mí.

Adri se ha sacado el carnet hace poco y me recogieron en el curro. Me habían regalado unas entradas para ver el partido en la sala Balaña Bosque Multicines (gracias, Pablo) y allí que nos fuimos.

Hicimos una apuesta sobre cuantos locos pagarían un miércoles por ver un partido en un cine en lugar de en su casa o en el bar. Yo dije 20 como mucho. Ni me acerqué: éramos unos cien.

Primero creí que nos confundimos de sala y estaba viendo a los malos de "La jungla de cristal 3D" . Resultó ser el entrenador de Alemania y su ayudante.

Luego pensé: kñ, Mr. Potato! un trailer de Toy Story 3!. Pues no, era Vicente Del Bosque.

La experiencia es extraña: normalmente cuando vas a un cine te aíslas del mundo exterior, ni te acuerdas de la hipoteca, la declaración de la renta o de Zapatero. Pero lo que íbamos a ver sucedía en paralelo a los de fuera, en riguroso directo. No era un documental del equipo de Del Bosque (del que, por cierto, me preguntaba si sería el dueño de la sala. Por el nombre del cine, por si no las pillao).

El efecto 3D no tiene nada que ver con el 3D que describí de las teles hace poco (al que califiqué prácticamente como "churro"). Aquí casi siempre tienes sensación de tridimensionalidad: en los planos de todo el campo los jugadores parecen Madelmanes y los primeros planos son un gustazo para la vista.

Hubieron momentos espectaculares como un saque de banda en el que un jugador alemán se fue para atrás a coger impulso: nos puso el culo a la altura de la nariz.

Suerte que a ninguno le dio por escupir a la cámara como Cristiano Ronaldo. Hubiera sido un poco asqueroso, y estábamos comiendo (por cierto las palomitas también eran 3D).

Los grafismos de las alineaciones parecen colgar de en medio del cine y el marcador flota en una esquina.

El sonido es el del campo, con sus vuvuzelas (de los cjns). Bastante confuso para un cokleata. No hay retransmisión, lo cual me parece acertado, el que quiera comentaristas que se traiga la radio de casa.

El ambiente es distendido: puedes hablar sin que te digan "sssssssssssht", mirar el móvil sin que moleste al resto la luz de la pantalla, e incluso hacer una foto con flash, como hizo el de delante nuestro (por cierto, le tendría que pedir derechos de imagen?, porque salgo seguro).

En el gol no hubo imagen 3D. Más que nada porque el grupito de amiguetes de delante (los de la fotoflash) se levantaron a celebrarlo y sólo los vi a ellos. En 3D, eso sí.

Tras el pitido final, nos quedamos casi todos un rato, deleitándonos de las últimas imágenes.

Puestos a elegir, prefiero muymucho verlo en otro tipo de tarde "3D" como en Deltebre: De fútbol, De amigos y De cerveza.

Aunque los que tenía en las butacas de delante cumplían las tres... pero sin alcohol (ñiñiñiñi).

De vuelta a casa (previa hamburguesa rápida en El Pibe) contento por el resultado, por la experiencia, por la tarde de sobrinos y por el primer paseo en auto de Adri.

Eso si, el coche que le han comprado es tan viejuno que yo diría que hasta es en 2D.