Día 521. Pasando

Un día después del shock post-olvido, todavía ando buscando una explicación a lo que me paso ayer, más que nada para saber un poco como funciona mi linda azotea, la de los zumzums.

Todo empezó el día de la gincana neurofibromatosa (día 477). Aquel día la dermatóloga me hizo un estudio dermatológico (para justificar su especialidad, suerte que no era churrera) para ver si me encontraba manchas típicas de la neurofibromatosis.

Como encontró pocas, y supongo que para sentirse útil, me comento si quería operarme el quiste del brazo, a lo que contesté con una cara parecida a de la "niña Nosepo" de Tutxi.

Fue a buscar una carpeta con cuadrantes de quirófano, donde debía apuntar la fecha de la operación, porque el ordenador no le dejaba hacerlo. La clave está en que yo entendí que era el día 16 (recuerdo haber mirado el móvil para ver en qué caía de la semana) y en mi cabeza se grabó así Ad Eternum.

Unos días más tarde me llegó la carta de programación de visitas, con la fecha 14/06/2010, que he leido un montón de veces, y siempre he dado por hecho que era el 16.

Caben dos posibilidades que realmente me dijera el 16 y posteriormente lo cambiaran al no haber quirófano, o que realmente me confundiera desde el inicio.

El mismo día que me llegó la carta lo apunté en el Google Calendar, para que me enviara el día antes un correo a la Blackberry (gracias a los que me lo habéis aconsejado, hace tiempo que lo uso).

Ahora empieza lo bueno.

Antes de salir para operarme, me duché. Antes de ducharme preparé el papel de programación de visitas encima de la mesa del despacho junto a la bandolera. Volví a mirar la fecha. No vi el error.

Mientras me duchaba pensé en mirar bien la fecha, no fuera que, como otras veces, me hubiera confundido. No me acordé.

Llegamos a la recepción del hospital y allí no figuraba mi operación.

Busqué el papel en la bandolera y me lo había dejado en casa.

Subimos a la secretaría de Cirugía y allí no estaba apuntado por ningún sitio.

Empecé a encajar piezas, mientras Lucía discutía con la secretaria, que decía que era raro porque normalmente llaman antes para asegurarse.

Me iba haciendo cada vez más pequeñito y tiraba del brazo a Lucía: Nena, vámonos a buscar el papel, aquí no hacemos nada, es evidente que hoy no me operan.

Al llegar a casa se resolvió el puzzle, como una novela de Stieg Larsson: la fecha que ponía en el papel, era la del lunes 14

No me consta ninguna llamada, ni la tengo registrada en el móvil

Y lo más patético:
Recordé que el lunes me llegó el mensaje de alerta del Google Calendar y lo desactive pensando "seré tonto, ¿para qué programo la alerta dos días antes?"

Anoche mismo les mandé un email para una reprogramación de la fecha. Me lo han resuelto rápidamente y será el próximo lunes 26 de Julio a las 17:00.

Para acordarme tenía dos opciones (además de la del google calendar)

1) Comer rabitos de pasa. He mirado en Google y resulta que parece una leyenda urbana o efecto placebo

2) Haceros cómplices

He optado por la segunda y he decidido hacer un pequeño juego:
Se trata de que me aviséis un día antes vía "dime algo". Los diez primeros tendrán chapita.
Pongo las condiciones: a partir de mañana no hablaré más de nada que recuerde que me han de operar, y lo mismo para vosotros. Si alguien lo recuerda de alguna forma, daré por anulado el tontijuego. El final del mismo será el post del día 25 a las 20:20, en el que daré el nombre de los 10 primeros que me han avisado durante ese 25, ni antes ni después.

¿Juegas? ¿o también necesitas comer rabitos?

De pasa, digo.