Día 150. Programación III

Hoy tocaba programación. Me ha llevado Abel en su coche (unas semanas de carné y ya conduce mejor que yo, ke kaaaab... estos niños nacen con el xip integrao ya, joé) y mientras él aparcaba yo he hecho unas llamadas.
Sí, sí, he hecho unas llamadas, me hago el chulo, ¿que pasa?. El caso es que me habían dejado un aparatejo que luego describiré para llamar por teléfono y lo estaba probando porque no tenía claro si me lo quedaba o no.

La habitación donde me esperaban para programarme es provisional porque están de mudanzas, seis metros cuadrados sólo con una mesa y dos sillas. Ni un mueble. O sea, una resonancia de la hosssstia. A pesar de eso mas o menos entendía a la programadora.
Me ha pasado igual que la programación anterior: al enchufarme al ordenador oía la mar de bien. Luego parece ser que no me dejan la misma programación, aunque la programadora me jure y me perjure que sí (yo le he dicho que me engaña, que me hace trampas).
Me han dejado una programación que no sé si oigo mejor, pero me han subido volumen. Creo que esto funciona así, y para incentivar al nervio, necesitan que se les dé caña. Un poco como el "darcerapulircera" de "Kágatekí". O sea, si algo quieres, algo te cuesta. Nuestra decana lo explicará mejor, como siempre.

En el coche, de vuelta, Abel me ha puesto varias canciones de un cd, y las he acertado casi todas (3 de 4, la que falta tampoco la ha acertado él)!. Nos hemos cruzado con un señor mayor y le he gritado: señooor, que ya oigoooo! jajaja
De vuelta al trabajo, me he metido en medio de una reunión entre compañeros. Se me han quedado mirando y les he dicho: seguid, seguid, sólo estoy probando mi nuevo orejo.

El cacharrito de las llamadas es un collar que se conecta al teléfono por bluetooth y al mp7 por inducción magnética (como mi encimera?) o algo así. Lo chulo es que desde el mando del mp7 anulo el micrófono y sólo escucho lo que le entra desde este cacharro a mi cabeza, aislándome del ruido externo. O sea, puedo escuchar al otro aunque yo esté enmedio de un concierto (lo único que la otra persona me escuchará fatal porque por el micro del cacharro si que entra el ambiente).

Anoche lo probé llamando a Lucía (es que está fuera, llevo unos dias sin chichones) y nos entendimos más o menos bien. Al menos sabía de qué me hablaba. Hoy lo he probado llamando a la Tere (pse, regular) y a Abel (menos bien). A pesar de ello lo recomiendo a los emepesieteros (aunque es un poco carete, 120 leuros, váaalgame el payo!).
Si consigo oir música será una pasada, porque aunque tenga una taladradora al lado, no la escucharé.

De momento loputoblutús no me chuta para la música. Oooooh!!

Un reto más. Y van ...

PS: Con esto tampoco gano un duro de comisiones, pa variar.