Día 81. Jarl y sedal

De pequeños nos llevaban (a "la Tere" y a mí) a menudo a pescar. No sabría decirte si me gustaba o no, pero así pasábamos muchos domingos, por respeto a la decisión de mis mayores (igualico que hoy día, vamos, con lo que se lleva el "yo paso de ir") y porque tampoco me disgustaba hacerlo. Yo me ponía en el espigón, con mi cañita y mi cebo. Yo diría que me relajaba, pero nunca he sentido la necesidad de llenar el cubo de peces y a menudo, por pena, los devolvía al agua, dime romántico (suerte que no faltaba comida en casa, sino iba a pasar más hambreee... Por cierto, no hace mucho pesqué un atuncito -o atunito?- de más o menos un kilo, y un poco más y mi romanticismo me cuesta dos ostias).

Y me dirás: y todo esto porqué lo cuentas?. Y te diré: peraaaaaaaa
Pescar es un acto de fe y paciencia. Un inquieto como yo se entretenía más jugando con la caña que esperando a que picaran.

Hoy han picado otra vez.
Y me dirás: has ido de pesca? Y te diré: peraaaaaa

Estoy hablando en metáfora, que es un idioma.
Tengo que tener paciencia y no ser ansioso, los resultados vendrán por sí solos y poco a poco iré descubriendo nuevos sonidos que no estaban. Esta frase no es mía. Me la recuerdan de vez en cuando mis amigos implantados veteranos (mis "Nostradamus").

Hoy he tenido una nueva prueba.
Por la mañana, en el coche de camino al trabajo escuchamos el programa "Anda ya". Lucía se rie de las bromas que hacen a veces. Yo, ahora, me río de verla.
Pero esta mañana ha sido un poco especial.
De repente oigo la cuña del programa: Anda ya...Anda yaaaa
Digo: Ossstias, he oído la cuña, la han dicho no?
Lucía: sí, la has oído?

Pues sí, se me ha destacado del resto como una flor en un vertedero, como un oasis en el desierto, como Fernando Romay en las ramblas, como ... (sonido de rayar el disco) jooooder, tanto Sabina es contagioso, jarl !!!