Día 551. Picado en barrena

Siempre he sido un tío con ideas.
Y con abuela hasta hace unos años, vale.

Aunque por falta de títulos nunca he desempeñado un trabajo de creativo, mi cabeza siempre ha estado maquinando cosas.

En el año del naranjito, cuando yo tenía oídos, pelo y 3 abdominales (en lugar de uno como ahora) me publicaron un invento en la revista Muy Interesante, que acababa de cumplir un año.

Si amplias la imagen verás que dice que me premiaban con un diploma y 1.000 pesetas. Y efectivamente, el diploma me llegó.

Quizá fue mi primera incomprensión como inventor.

Después de pasar cronológicamente por el Exín Castillos, el Tente, la marquetería, la electrónica de los Sales Kit y la confección de cuadros con espejos, al cabo de muchos años canalicé mi energía creativa hacia la informática con la que me dí Cuenca que podía crear herramientas para optimizar recursos y ahorrar horas de trabajo.
Eso es lo que mejor sé hacer.

Aún así, mi cabeza no para.

No hace mucho, mientras intentaba sin éxito clavar la sombrilla de la playa en la arena de la idem, me preguntaba: jdr, ¿cómo no se le ha ocurrido a nadie poner una punta de barrena al putopalito de los cjns?

La semana pasada, al despertar de la siesta en Badalona Beach, no podía creer lo que estaba viendo: un niño jugando con este cacharro

Esta B-PSP (Barrena Para Sombrillas de Playa) es más o menos como me la había imaginado, y ahora la tenía delante de mis narices. Como casi siempre se me adelantaron y/o alguien fue más lanzado que yo y lo produció productó produjo parió.

No he parado hasta encontrarlo en una tienda de juguetes, por 1,8 leuros, lo cual ha reducido mi pique con el inventor, al concluir que no se ha hecho millonario con él.

Este finde lo probaré, ya sus contaré.