Día 500. Medio millar ... y 3 regalos

Quien lo iba a decir, medio millar, y yo con estos pelos.

Quinientos, y sigo aquí. Cada día. Todavía.

Una auténtica locura. Culpa tuya. Si no me leyeras (o leyeses), de qué iba a darle yo noche tras noche... a la teclita.

La de cosas que han pasao, rediossss.

Mira, ná más (y ná menos) que por venir cada día, te voy a hacer
tres regalicos, porque te los has ganao a pulso.

Púlsame para ver el primer regalo

El primer regalito es para unos visitantes muy especiales. Es para aquellos del gremio de cocleados que, o bien quieren probar su orejo, o bien ver su evolución si hace poco que se coclearon.

Es un programita que hace tiempo que tengo hecho pero no acabado (es una versión de prueba) pero que me apetecía lanzar hoy. Lo he llamado PeRrea (de Pepe Rehabilita) y lo puedes encontrar aquí.

De lo mejor de estos 500 días han sido las diversas cocleaciones que hemos vivido y sufrido, todos juntitos como en familia: Jose Luis, Aina, Chema, Tutxi, Ángel, Víctor, Chumari (2º), Mario (espero no dejarme ninguno) y los que nos quedan (Aida, Luis, Juanan, Paloma, Teresa, Ángeles,...)

Los hemos acompañado, como si de un hermano más se tratara, en todas sus fases: decisión, espera, cocleación, kurantena, conexión y rehabilitación.

Esperamos que sigan apareciendo más futuribles poráki.

Púlsame para ver el segundo regalo

El segundo regalo es una chapica conmemorativa del 500 que pienso regalarte (pronto te daré instrucciones de cómo) si eres comentaka.

Quiero con esto agradecerte tu fidelidad por pasarte poráki, por mantener vivo el blog, loputoblog (LOPB), por venir muchas noches a nuestro pub virtual, por ayudar con tus palabras a quienes lo necesitan, por mantener el buen rollo entre todos nosotros, por desechar los malos, por apuntarte a nuestras kedas.

Gracias por implicarte!

Púlsame para ver el tercer regalo

Y el tercero regalo, el libro. Tu libro.

Un libro que regalaré (gratis) a quien me lo pida (ya diré cómo).

Un recopilatorio de 500 días irrepetibles, de 500 historias, de 21.000 sordisas, de lágrimas, de emociones.

Es posible que sea lo mejor que he hecho en mi puta vida, y estoy orgulloso por ello.

Tú me has dado fuerza para hacerlo, formando parte de los casi 7.000 que han pasado poráki. Justo es reconocerlo.

Contigo he aprendido a escribir mis sentimientos, a superarme en el momento más difícil de mi vida, a olvidar este silencio que se me impuso, como diría Sabina, hace hoy 33 días y 500 noches.

Han sido 500 días con el runrún en la cabeza de qué escribo hoy, un reto personal con la gran recompensa de tus palabras.

Una misión difícil, justificada por la cabezonería del Tauro (y ascendente Tauro) que te escribe, que no repetiré. No, no me iré, pero voy a saltarme algún día a partir de hoy, mi salud lo necesita.

He dejado muchas horas en este blog, un recuerdo para todo el resto de mi existencia, que sin duda releeré más de una vez.

Ha sido un gran esfuerzo, pero ha valido la pena.

Gracias por hacerme sentir vivo.

Gracias por ayudarme.

Gracias por ayudarles.

Gracias por venir.