Día 382. Caperucita sorda

Érase una vez una linda jovencita del norte llamada Tutxi que paseaba feliz por un sendero a las afueras de Pamplona, camino a casa de su aita (papá en euskera). Iba dando saltitos de alegría por su submundo de oído escaso cuando de repente le salió un extraño al paso.

Extraño: ¿Dónde vas hermosa?

Tutxi: Uyyyyy, ¿tú quien eres, guapo? Annnda que ojazos y sin afeitar como a mí me gustan. Y que cuerpo… uuy y esto de aquíiii

Extraño: A ver guapa, te he salido al paso para acojonarte, no voy sin afeitar, es que soy así de peludo y lo que acabas de tocar es la cola porque SOY UN LOBO Y ME ESTÁS JODIENDO EL CUENTO. Está claro que no ves muy bien que digamos.

Tutxi: Quéeeeeeeeeeeee?

Lobo: Manda huevos, tampoco oye… ¡¡¡QUE SOY UN LOBOOOOO!!!

Tutxi: Ah, pues no te veo tan bobo porque para rondar a las mozas casaderas guapas como yo por estos senderos y a estas horas…

Lobo: Vale, que sí, sigo con el guión. ¿Y dónde vas si puede saberse?

Tutxi: Peraaaa que no te oigo bien, que me pongo en este orejo el implante coclear y en este el audífono. ¿Qué decias, majete?

Lobo: ¿Que dónde vaaaaaaaaaas?

Tutxi: A casa de mi aita, que me dejé ayer las gafas y a llevarle unas castañicas

Lobo: ¿Tu aita?

Tutxi: Mi papi, como se dice en mi tierra

Lobo: Ah, y llevar un pañuelo rojo en la cabeza ¿también es de tu tierra?

Tutxi: Bueno, se suele llevar al cuello, pero es que yo siempre he sido muy original

Lobo: Vale, vale, venga, te dejo que sigas tu camino

Tutxi: Anda, entonces ¿no querías rollo ni nada? Buah, adiós guapo, te arrepentirás

Y así prosiguió por el sendero hasta llegar a casa de su aita.
El lobo, muy astuto, se había adelantado por un atajo y había llegado antes.

Toc toc

Tutxi: Coño, si tengo llaves, no sé pa que llamo, que cabeza tengo, diosssss. Hola aita, qué haces en cama todavía. ¿Y esas orejas?

Lobo: Para oíiiiirte mejoooooor

Tutxi: No hombre, que si te has restregao bien con la esponjita. ¿Y la boca?

Lobo: Para comeeeeerte mejoooooor

Tutxi: Que sí, que sí, que después de comer no "tese" olvide cepillarte los piños, ¿eh? Qué haces... suelta... aaaaaaay

En ese momento, en pleno forcejeo, aparecieron dos amigas suyas que, armadas con sendas sartenes, le arrearon unos cachiporrazos al lobo hasta dejarlo inconsciente.

CLOOOOONC, CLOOONC, RECLOOONC, REQUETECLOOOONC

Tutxi: ¿Anda, qué hacéis vosotras aquí?

Amigas: Pues que llevamos llamándote un buen rato por el sendero, pero no te enteras. Este no es tu aita, es un lobo que te perseguía.

Tutxi: ¿A sí? ¿Y mi aita? Aaaaaay que se lo ha comido ¿A veeeer? Kuñu, si tiene cremallera. Ya no hacen lobos como los de los cuentos de antes. RRRRRRRRRRR. Anda aita, ¿qué haces ahí dentro?

Aita frotándose los chichones: Joder, guapa, con lo bien planeada que tenía la broma. Pues nada, que he aprovechao el disfraz que me he comprao pa carnaval y quería echar unas risas pero está visto que contigo y tus amigas no se juega.

Tutxi: ¿Has visto? Para que veas que puedes dejarnos solas

¡¡¡SOMOS ÚNICAS CAPETUTXITA!!!!

Gritaron las amigas mientras todos se fundían en un tierno abrazo digno del final de una historia como ésta.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado

Tutxi: Queeeeeeeeeeeeeeeé?

Amigas: ¡¡¡QUE SE HA ACABADOOOOOOO!!!

Tutxi: Mi aita? ay pobre, pero no huele mucho, no

FIN (por fin)