Día 331. Castigo divino

Hoy no he tenido un dia esplendoroso que digamos.

Por un lao, tengo un virus bucal y la lengua como si la hubiera o hubiese metido en aceite hirviendo.

Y dirás: Ta castigao Diosnuestroseñó por acabarte la sidra de medio Pamplona?
Y diré: Por eso no creo, pero por morderme las uñas yo diría que sí.

El caso es que desde que tengo uso de razón (el mes pasao) que me muerdo las uñas y siempre he tenido llagas en la boca (que siiiiii, que me da vergüenza comermelaaaas, pero que le voy a haceeer). Supongo que tiene que ver el hecho de morderme los mismos deditos que tocan las teclas del ordena, donde hay más gérmenes, como corroboró JL, que en la taza del báter. De ahí que tenga la boca hecha una mierrrrrr.
Pero desde que me operé, supongo que tengo menos defensas en la saliva o yoqueséquevoydeenterao, pero tengo pupas más frecuentemente.
Por suerte no me ha impedido comer "un poquillo" estos días, pero hoy llevo tol día a base de natillas.
Con galleta, por eso. Algo es algo.

Y por otro lao, en el trabajo no nos iba loputointerné.
Hay que ver la importancia que tiene la red en casi todos los trabajos, y por extensión, los ordenadores.
Resulta difícil imaginarse hoy día un mundo sin ellos y, a no ser que seas un ermitaño perdido en alguna montaña, dependes en gran parte de la informática.

Si empiezas a atar hilos, concluirás como yo que gracias a Internet, anteayer noche me estaba comiendo unas chistorras en Pamplona.

Eso si, las que me dejó mi "newsobri" Guille Tragabolas.